Pepín el de La Camelia
Hace unos días nos dejó José Carlos Reina. Este nombre a una gran mayoría no le sonara, pero si decimos que se trata de Pepín el de La Camelia todos sabremos quién era. Pepí trabajó en aquella recordada firma de la familia Gamero, llamada La Camelia más de cuarenta años.
Actualizado:Primero en la pastelería y una vez que se fue ampliando la empresa pasó a la cafetería americana de la misma calle, para pasar a la calle ancha hasta que la firma cerró sus puertas y él se jubiló.
De la categoría de Pepe como persona y profesional da cuenta la cantidad de amigos y clientes que dejó en su larga vida laboral, y que disfrutó de ellos después de su jubilación. La educación y simpatía con que trataba al público retrataba la calidad de persona que era.
Tuvo Pepín la suerte de que le riera la dichosa fortuna en forma de un buen pellizco de lotería, cosa esta que le hizo más llevadero el disgusto que le costó el cierre de su empresa, ya que la consideraba como algo suyo.
Pepín, aunque nunca promulgó sus obras, fue hombre amigo de sus amigos y caritativo con el que lo necesitaba. De ello mucho saben el entorno de Plaza San Antonio, Veedor, Mentidero...sitios por donde se movía.
Muchos gaditanos echaron de menos aquellas exquisitas meriendas que preparaba en La Camelia de la calle Ancha y que tan celebradas eran por todos. Pepe, al no haber nunca contraído matrimonio, casi no dejó familia, aunque, eso sí, contó siempre con una buena colección de amigos. Por todo ello hemos perdido a un buen amigo y, sobre todo, a un hombre bueno.
Que la tierra le sea leve