Paseos por los caminos donde se libraron batallas
La rutas turísticas de La Ina ofrecen la posibilidad de disfrutar con increíbles paisajes mientras que se practica senderismo
Actualizado: GuardarExisten lugares en Jerez que son una auténtica incógnita para la mayoría de sus habitantes. De hecho, muchos pasan su vida en la ciudad sin conocer algunas de sus barriadas rurales o pedanías y por ello cuando descubren un enclave donde la naturaleza roba el protagonismo a las construcciones urbanas se sorprenden. En La Ina, el tiempo parece haberse parado. Mientras que los agricultores trabajan para que la cosecha de sus frutos en tiempo y forma, algunas ancianas comentan los últimos sucesos del barrio a las puertas de sus casas.
Sus calles empinadas albergan los secretos de la historia, un pasado donde las batallas entre musulmanes y cristianos dejaron decenas de muertes. Al fondo, desde lo alto del cerro, junto a las viviendas, comienza un camino que desemboca en la Laguna de Medina. Desde éste, la ermita de Nuestra Señora de la Victoria, blanca y rodeada de siembra, destaca dentro de un paisaje que invita a huir de los problemas cotidianos.
«Aquí empezaremos la ruta. Nos adentraremos en los caminos rurales a pie», comenta Mónica Castellet, delegada de Alcaldía de La Ina y presidenta de la asociación de vecinos que, en esta ocasión, hace de improvisada guía turística para un reducido grupo de periodistas y técnicos municipales que han decidido conocer en primera persona el proyecto que los residentes en la barriada pretenden utilizar para revitalizar la zona.
Acompañados de los estudiantes de primero de ESO del colegio de La Ina, el camino lleva a los excursionistas hasta los aledaños de las viñas ubicadas en la zona. Granjas bovinas, caballos sin montura y toros salvajes en un cortijo son algunos de los secretos que se van descubriendo por esta travesía. «Pretendemos que se arreglen estas zonas. Sabemos que los caminos están muy sucios y que haría falta que fueran mejorados. Por ello, estamos negociando para que la Junta se haga cargo del 60% del coste de su reparación, el Ayuntamiento del 30% y que la Comunidad de Regantes ponga el 10% restante. Con estas rutas en condiciones todo mejoraría notablemente», insiste Mónica.
Dejando a un lado la laguna de Medina, el camino desciende hasta los cultivos ubicados frente a la Ermita. «Éste era el viejo curso del río Guadalete», explica uno de los profesores que acompaña a la veintena de alumnos del CEIP La Ina.
Los canales de riego van marcando también el recorrido y, tras una hora y media de camino y varias paradas explicativas, se llega al templo de Nuestra Señora de la Victoria. Junto al río Guadalete, ése se trasforma en el espacio idónea para relajarse y disfrutar de una de las obras arquitectónicas mudéjares más importantes que quedan en pie en la provincia.
braguilar@lavozdigital.es