El conductor del atropello mortal de La Barca dio negativo en alcoholemia

El joven de 26 años que atropelló el domingo a un hombre de 73 años causándole la muerte dio negativo en el control de alcoholemia que le realizaron las Fuerzas de Seguridad, según ha podido saber este periódico. El conductor del Peugeot 206, que responde a las iniciales de M. M. G, presentó una tasa fijada en 0,13 gramos por litro, lo que se encuentra bastante alejado del límite permitido, establecido en 0,5. Con esta información se acallan los rumores de que la persona que iba al volante podría hacer provocado el accidente por los efectos del alcohol, puesto que a las 9.00 horas, cuando se produjo el siniestro en la carretera que une Jerez con La Barca, el joven volvía de la Romería de San Isidro Labrador.

El suceso tuvo lugar a la altura del kilómetro 22, aproximadamente, cuando el turismo se salió de la vía por el lado derecho y alcanzó a la víctima, B. J. P, que se encontraba cogiendo patatas en su huerto. Tras el atropello, el vehículo chocó contra un árbol, y su conductor fue trasladado al Hospital del SAS de inmediato por los propios vecinos. Entre las causas del accidente, se baraja la posibilidad de que el sol hubiera cegado a M. M. G. al tomar la curva, sin descartar la somnolencia propia de la hora que era o el exceso de velocidad, algo que se investigará por vía judicial.

El anciano arrollado murió en el acto, mientras que el conductor ha permanecido en observación en el centro sanitario algo más de 24 horas. Como confirmaron ayer fuentes del Servicio Andaluz de Salud, el paciente fue dado de alta durante la tarde, ya que presentaba policontusiones de carácter leve, que no requirieron un mayor cuidado.

Precisamente en La Barca se produjo el último accidente mortal registrado hasta el pasado domingo. El siniestro tuvo lugar en la CA-3110 el 6 de mayo, a la altura del kilómetro 15. En este suceso perdió la vida una persona y resultó herida de gravedad otra, que tuvo que ser trasladada en helicóptero al Hospital del SAS Jerez. Dos turismos fueron los que se vieron implicados en el desgraciado accidente, al colisionar frontalmente por causas que no han trascendido.

Debido a la dificultad del rescate, se hizo necesaria la intervención de diversos efectivos del Parque de Bomberos, ya que alguno de los cuerpos quedó atrapado entre el amasijo de hierros al que quedaron reducidos ambos coches.