ANDALUCÍA

Los beneficiarios de la renta básica dejarán de percibirla si no aceptan las ofertas de empleo

La consejera andaluza para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, confirmó ayer que la puesta en marcha de la renta básica para las familias con grandes carencias será el gran objetivo de su departamento esta legislatura. Sin bien, advirtió de que quienes perciban la futura renta básica deberán de aceptar las ofertas laborales que se les hagan y, en caso contrario, dejarán de percibir esas ayudas.

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Tras presidir el acto de toma de posesión de varios altos cargos de su departamento, la consejera aseguró que si los perceptores de esa renta no están capacitados para desempeñar el puesto de trabajo que se les ofrezca habrán de hacer un cursillo al efecto. T

Todos los ciudadanos tendrán el derecho de «cubrir sus necesidades básicas», pero también «deben tener la obligación de un compromiso», como será no rehuir las ofertas de trabajo que se les hagan. Navarro dijo que esa renta básica procede de los impuestos del resto de los ciudadanos y que quien la percibe ha de comprometerse también con la sociedad, según el principio de que a cada derecho le corresponde un deber u obligación.

Plan integral

En su discurso, Navarro aclaró que la renta social no se aplicará como «una medida aislada, sino que formará parte de un plan integral», según se prevé en la Ley de Inclusión.

La renta básica, que será de un importe de entre 370 y 500 euros según las circunstancias familiares de quien la perciba y según el proyecto de ley inicial, será uno de los retos de la actual legislatura, según señaló Navarro.

En su discurso del acto de toma de posesión de sus colaboradores, Navarro destacó que hoy se hable de determinadas políticas sociales como de nuevos derechos, lo que significa que si antes estas políticas se aplicaban según fuesen los presupuestos, ahora son los presupuestos los que deben adaptarse a esos nuevos derechos.