Un jerezano en Castilla
Actualizado:Javier Aladro Prieto no tuvo más remedio que acudir donde el trabajo le esperaba. Doctor en Química y licenciado en Enología en la primera promoción que salió en 2001, Aladro comenzó a tocar en las puertas de las bodegas jerezanas. «No hubo forma de conseguir nada», comenta nuestro protagonista. A través de un anuncio en prensa, Javier entró en contacto con Bodegas El Jaro, que depende del Grupo Osborne. «Me trasladé en el mismo año 2001 a Valladolid y estuve dos años trabajando como responsable de laboratorio», comenta haciendo recapitulación. Fue el momento de dar un salto en el ámbito profesional y racalar, por méritos propios, en Bodegas Valdubón, dentro del Grupo Freixenet. Javier gestiona la bodega y a la vez trabaja dentro del ámbito de la enología en la composición de los caldos. «Somos la unión de Andalucía, Castilla y Cataluña», comenta bromeando nuestro protagonista.
El caso es que esta casa vinatera, ubicada en el pueblo llamado Milagros, de la provincia de Burgos, ha sido un estimable lugar de desarrollo para este profesional que, tras estudiar la carrera en una zona con tanta riqueza vitivinícola como Jerez, jamás pensó que acabaría haciendo vinos tintos en Castilla. «El caso es que estoy encantado, porque en esta tierra se vive fenomenal. Quizá el clima es un poco áspero para nosotros, pero se come estupendamente y la gente de aquí es estupenda», subraya Aladro Prieto.
Posiblemente, nuestro enólogo ha sido «culpable» de que caldos como el Valdubón Crianza, Roble o Reserva –sin dejar atrás el Honoris, joya de la corona– estén de moda en los círculos de sumilleres. «Hemos conseguido premios importantes como el Bacchus de Oro este año y el Zalcillo de Oro que se entrega en una tierra tan importante como es Peñafiel», afirma Javier.
El caso es que nuestro jerezano en la diáspora encontró su desarrollo profesional de manera plena en las tierras de Burgos, y en Aranda del Duero que es donde vive con su familia. «Tanto mi mujer como mis dos hijos son también jerezanos», añade. Y quizá un proyecto en la mente que perdura con el deseo de volver a la tierra. "Volvería a Jerez si tuviera alguna oferta interesante. Eso sí, la valoraría como si me llamarán de otra denominación de origen», concluye.