Jerez se convierte por un día en la sede de la lucha por los derechos de Birmania
El Arenal fue escenario de una protesta La concentración reunió a 150 personas
Actualizado: GuardarEl Día Mundial de Acción por Birmania fue celebrado ayer en 17 países, y en el caso de España Jerez tuvo el privilegio de convertirse en la sede de la protesta nacional. La Plaza del Arenal fue escenario de una concentración en la que participaron unas 150 personas, promovida por la asociación Birmania por la Paz, y donde se desplegó una bandera de importantes dimensiones en señal de solidaridad con los ciudadanos birmanos.
Varias personalidades de la corporación municipal se dejaron ver en el acto, como la delegada de Participación Ciudadana, Miriam Alconchel; el portavoz del Gobierno local, Casto Sánchez, o la delegada del Distrito la Granja-Delicias, Irene Canca, además del concejal de Izquierda Unida, Joaquín del Valle. Como explicó la directora del colectivo, Concha Pinós, se escogió una ciudad «emblemática» de cada uno de los países participantes, con el fin de lanzar un claro mensaje encaminado a la concienciación.
«No los vamos a dejar en la estacada, por eso le pedimos a la comunidad internacional que defienda a las minorías. En la actualidad existen 25 millones de personas en riesgo, por no hablar de los 2,5 millones que morirán en una semana». No en vano, la provincia de Cádiz destaca por su trabajo en este sentido, lo que ha motivado que sea Jerez la localidad elegida para la reivindicación.
En total, son 300 las personas que forman parte del equipo de trabajo de Birmania por la Paz en esta zona, especialmente comprometida con la causa de los habitantes de esta parte del mundo. «El acto ha estado respaldado por la Diputación, el Ayuntamiento, la Asociación pro Derechos Humanos y la Universidad, y pensamos que Jerez puede ser un ejemplo de compromiso, con las distintas acciones que se están llevando a cabo».
Pinós recordó que el problema fundamental de los birmanos se centra en una serie de dificultades que los ha convertido en una comunidad abandonada. «El problema aquí es el ciclón de la vergüenza política y el ciclón natural que han padecido, además del hambre y el abandono generalizado, por lo que podemos hablar incluso del desastre humanitario más grandes hasta ahora».
La situación política que vive el país ha contribuido a su decadencia, según la directora del colectivo, al tratarse de una dictadura que cuenta con más de cuatro décadas de mandato, en las que se incluyen situaciones tan clamorosas como «elecciones manipuladas, 1.864 presos políticos y cientos de niños soldados». Ahora lo que esperan es que, con la ayuda de los ciudadanos y la implicación de la comunidad internacional, se frene una tragedia que podría adquirir graves e importantes dimensiones.
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