La plaza, el Ayuntamiento y el Señor Grosso
Resulta muy de agradecer la cobertura que ése periódico, en su versión impresa y en la digital, está haciendo del proyecto de instalar un llamado «kiosko» (de 260 metros cuadrados de superficie: ¿Cuánto han crecido los «kioskos» en Cádiz!), en la Pza. de Sta. Mª del Mar. Creo ello traduce una particular sensibilidad con nuestras cosas a elogiar en ése Diario. Es de advertir que, cuando se ha tenido conocimiento público de la cuestión, todo está muy avanzado, pues por la calle de Sta. Cruz de Tenerife ya estan haciendo una zanja que los obreros que la realizan dicen «es para dar electricidad a una obra que se vá a hacer allí abajo». Con las premuras del caso, se ha iniciado un movimiento ciudadano que intenta detener lo que estimamos un despropósito porque, entre otras razones:
Actualizado:1.- Ocupa masivamente una plaza pública, destinada al uso y disfrute de los ciudadanos.
2.- Consume parte de los escasos recursos de nuestro Ayuntamiento.
3.- Provoca una notable contaminación visual, de todo el litoral, en ésa zona.
El Sr. Grosso se ha permitido descalificar/ignorar («me da igual que se manifiesten» «no llegaban a las 50 personas»), discriminar por razones de edad («allí sólo se han juntado gente mayor») o por forma de vida ( .«hippies, no creo que hubiera muchos del barrio») a los que hemos respaldado la iniciativa. Tenemos la esperanza de que nuestra ilustre alcaldesa (que más de una vez ha tenido rasgos hippies y que no está tan lejana de mi edad), sepa liberarse del abrazo del oso con qué este Sr. parece tenerla atrapada. Nuestra propuesta es: si quiere restaurante y crear puestos de trabajo y toda ésa palabrería que se esconde habitualmente tras los pelotazos, ¿al piso de abajo que para eso fue creado!
Sabemos que el principal valor de la democracia, es la libertad individual y que su mayor honor es el respeto a las minorías. Argumenta que somos pocos -ya veremos cuantos sumamos-, pero nos parece muy ofensiva la prepotencia de éste hostelero -de quien se dice, entre otras cosas, que es un artista en el manejo de los precocinados/precongelados- y que tiene el honor de llevar una apellido que siempre ha sido timbre de sensibilidad y delicadeza, en la sociedad gaditana.
Leopoldo Martín Herrera. Cádiz