José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno. / EFE
ESPAÑA

El Gobierno espera que los problemas internos del PP no fracturen la incipiente unidad contra ETA

Zapatero señala que su objetivo ahora es «recuperar la confianza» y ve innecesario un nuevo acuerdo antiterrorista

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El Gobierno desea que la unidad de las fuerzas democráticas contra ETA tras el asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel no sea flor de un día sino una constante de esta legislatura en la lucha contra terrorismo. El Ejecutivo confía, por tanto, que la crisis interna que vive el PP no aborte este incipiente consenso, y que los sectores más intransigentes del partido opositor no impongan sus tesis a Mariano Rajoy.

José Luis Rodríguez Zapatero considera que después de las actitudes exhibidas por los populares tras el atentado de ETA en la localidad alavesa de Legutiano «hemos avanzado ya un tramo muy importante» para reconstruir la unidad antiterrorista. Gestos como el comunicado rubricado por todos los grupos parlamentarios del Congreso, el homenaje conjunto de la Ertzaintza a la Guardia Civil al agente asesinado y los llamamientos al consenso sin condicionantes por parte del líder del PP son, a juicio del presidente del Gobierno, «elementos positivos que tenemos encima de la mesa» y con los que no se contaba la legislatura pasada.

El jefe del Ejecutivo señaló desde Lima, donde participa en la V Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, que su objetivo primordial es «recuperar la confianza» entre los dos partidos mayoritarios. Si ese objetivo se cumple, subrayó, que haya «acuerdo no» por escrito es accesorio. Rodríguez Zapatero insistió en que la unidad es «una de las palancas» más importantes de las fuerzas democráticas para «derrotar» a ETA, además de ser un elemento que proporciona «gran confianza» a los ciudadanos. En consecuencia, agregó, sería deseable que el clima generado ante el último atentado sea «la práctica general» de ahora en adelante.

La vicepresidenta primera se mostró, a su vez, esperanzada en que los momentos unitarios vividos en Madrid y Vitoria «sean así para siempre» y no haya una vuelta a las posiciones enfrentadas que se mantuvieron hasta las pasadas elecciones del 9 de marzo. Tras la reunión del Consejo de Ministros, María Teresa Fernández de la Vega también consideró que el consenso antiterrorista es «uno de los elementos fundamentales» para acabar con ETA, y por esa razón todo lo ocurrido en las últimas horas invita al optimismo.

La 'número dos' del Ejecutivo destacó que «lo más importante» que se ha producido tras el asesinato del guardia civil fue que afloró «la unidad, hemos estado todos juntos y se ha expresado la voluntad de estar todos juntos» contra los terroristas. Fernández de la Vega indicó que ese es un motivo de satisfacción, pues nadie, en referencia al PP, aprovechó el asesinato de Piñuel para hacer lecturas partidistas ni para hacer reproches al Gobierno.

Sin condicionantes

Fuentes gubernamentales señalaron que esta actitud de los populares no fue una sorpresa para el Ejecutivo ya que en las conversaciones que mantuvieron Rodríguez Zapatero y Rajoy tras el ataque a la casa cuartel, el líder del PP mostró una disposición total a respaldar al Gobierno y su política antiterrorista sin fisuras y sin los condicionantes de antaño. Después del atentado de la T-4 de Barajas o de los asesinatos de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en la localidad francesa de Capbreton, e incluso tras el atentado mortal contra el ex concejal socialista Isaías Carrasco dos días antes de las elecciones, los dirigentes populares exigieron la derogación de la resolución del Congreso que avaló el diálogo con ETA y el compromiso gubernamental de que jamás volvería a negociar con esa organización terrorista.

La portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, no lo hizo el miércoles y apoyó punto por punto el comunicado de partidos y fuerzas sociales.