«La asistencia a la víctima de maltrato debe mejorar»

-Por supuesto. Evidentemente, cuando por una patología inaceptable, insalvable e irresoluble se producen vejaciones y vulneraciones de derechos, hay que inventar algo para proteger la integridad de esa víctima.

-Los juzgados contra la violencia de género son algunos de los más colapsados. ¿Le parecen eficaces?

-Qué duda cabe. Es una medida democráticamente muy sana pero hay que decir que no va a acabar con el problema. La solución está en las escuelas, en la formación, en erradicar la violencia sexista en todos los sitios donde se produzcan manifestaciones de este tipo. Cada vez tenemos más medios, pero quedan cosas pendientes, como la asistencia a la víctima. Se sigue informando a la mujer de que no tiene derecho a justicia gratuita. No se procura que esté informada y asesorada por su abogado antes de pasar a declarar o a un careo con su agresor.

-El pleno del Tribunal Constitucional acaba de avalar el punto más polémico de la Ley integral contra la violencia de género, que agrava las penas por determinados tipos de maltrato si quien los comete es un hombre. ¿Qué opina?

-Coincido con las tesis del Tribunal Constitucional. Ahora bien, si eso no funciona, yo seré el primero en criticarlo.

-¿Qué problemas tiene el turno de oficio?

-Tiene muchos, casi todos derivados de la escasa retribución de los letrados. En primer lugar habría que decir no hay un solo lugar en el mundo donde haya una justicia gratuita tan completa y competente como en España. Pero con muy poquito dinero se podría mejorar.

-La llegada de inmigrantes ha multiplicado su actividad.

-Sin duda, el crecimiento de la Justicia gratuita ha sido exponencial pero podemos presumir ante el resto del mundo que que aquí a los extranjeros les asistimos desde el primer momento, tengan o no documentación. Probablemente los únicos bienes que tienen al llegar son los derechos que los propios españoles les hemos concedido y que constituyen su mejor patrimonio.