La maquinaria de la empresa Perfil Bahía saldrá a subasta en junio por 880.000 euros

Una de las primeras empresas en las que la crisis del sector de la construcción provocó un cataclismo fue Perfil Bahía. Esta firma, dedicada a la carpintería metálica en obra nueva, comunicó en febrero a sus 27 empleados que se encontraba en situación de quiebra y que se veía obligada a prescindir de sus servicios. Antes de verse en esta situación, la dirección de la compañía adquirió mediante un préstamo hipotecario una serie de maquinaria con la que automatizar su producción. La situación económica a la que llegó, sin embargo, no le permitió hacer frente al pago de las cuotas.

Así las cosas, los equipos industriales de Perfil Bahía saldrán a subasta pública el próximo 11 de junio en ejecución hipotecaria en una Notaría de Puerto Real. El valor total inicial del conjunto del equipamiento es de 878.750 euros. Uno de los copropietarios de la empresa, José Antonio Rey, señaló ayer que esta puja no es más que una consecuencia de la ejecución de la citada hipoteca. El directivo explicó que la sociedad se encuentra en proceso de liquidación de sus haberes para satisfacer las deudas contraídas con sus acreedores.

Acumulación de ejercicios

Entre los años 2005 y 2007, la gestión de Perfil Bahía provocó la acumulación de tres ejercicios consecutivos con pérdidas. La deuda, según informaron a los empleados, ascendía a los 1,2 millones de euros. Una semana después de que los trabajadores hubieran dejado de acudir a sus puestos, la plantilla aceptó un Expediente de Regulación de Empleo -ERE- propuesto por la dirección. La indemnización más alta por el despido rondaría los 7.000 euros, según el acuerdo alcanzado. Tres meses después, ninguno de ellos ha cobrado aún. Rey explicó al respecto que el proceso de resolución del expediente de regulación está «casi resuelto». Sobre el cobro de las indemnizaciones señaló que se trata de una cuestión que aún está en vías de resolverse, aunque no especificó cuándo pueda culminar.

El valor de salida en la puja de las máquinas varía desde los 317 euros de un soporte final -que es la herramienta de menor valor- hasta los 397.600 euros de un centro de mecanizado. Cuando anunció su situación de quiebra tenía comprometidos trabajos en diez construcciones; unos años atrás era el ejemplo a seguir por los jóvenes emprendedores gaditanos. La firma nació en 1998 y en un año ya vendía sus propios productos de carpintería de aluminio. Cambió varias veces de ubicación a medida que el negocio crecía hasta que en 2005 se instaló en la nave que ocupaba en febrero en el polígono puertorrealeño de El Trocadero cuando anunció su inminente cierre.

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