El Vaticano no ve conflicto entre creer en Dios y en los alienígenas
El astrónomo jefe del Vaticano, José Gabriel Funes, afirmó ayer que no hay un conflicto entre la fe en Dios y la posibilidad de que exista vida inteligente en otros planetas, que quizás podría ser más evolucionada que la humana.
Actualizado:«En mi opinión, esta posibilidad (de vida en otros planetas) existe», comentó el reverendo, un sacerdote jesuita de 45 años que encabeza el Observatorio del Vaticano y asesor científico del Papa Benedicto XVI. «¿Cómo podríamos excluir (la posibilidad) de que la vida se haya desarrollado en otro lugar», dijo al periódico del Vaticano en una entrevista, y explicó que la gran cantidad de galaxias con sus propios planetas lo hacían posible.
Cuando se le preguntó si se refería a seres similares a los humanos o incluso más evolucionados, él dijo: «Ciertamente, en un universo tan grande no puedes excluir esa hipótesis». En la entrevista, titulada «El extraterrestre es mi hermano», dijo además que no veía un conflicto entre creer en la existencia de tales seres y la fe en Dios.
«Tal como hay una multiplicidad de criaturas en la Tierra, puede haber otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios». «Esto no se opone a nuestra fue porque no podemos poner límites a la libertad creativa de Dios», afirmó. «¿Por qué no podemos hablar de un hermano extraterrestre? Seguiría siendo parte de la creación», señaló.
Funes, que dirige los observatorios que están ubicados al sur de Roma y en Arizona, planteó la posibilidad de que la raza humana pudiese ser la «oveja perdida» del universo. «Podría haber otros (seres) que permanecen en total amistad con su creador», sostuvo.
Observatorio vaticano
El Observatorio del Vaticano es uno de los institutos astronómicos más antiguos del mundo. Ya a fines del siglo XVIII, tres observatorios respaldados por el Vaticano estudiaban las estrellas desde Roma y en 1891 el Papa León XIII estableció formalmente el Observatorio del Vaticano dentro del Vaticano, detrás del domo se San Pedro. En 1935, el crecimiento urbano de Roma hizo difícil la observación de las estrellas, así que Pío XI trasladó el observatorio al palacio de verano, al sur de la capital de Italia.
Funes, de nacionalidad argentina, dijo que creía como astrónomo que la explicación más probable sobre el inicio del universo era el big bang y esto no está en conflicto con la fe en Dios como creador. «Dios es el creador», dijo.