MUNDO

Transparencia interesada

Increíble, pero cierto. Programas en directo sobre la tragedia en el principal canal de la televisión estatal china, el CCTV-1, espeluznantes fotografías en las portadas de los periódicos locales, y especiales en la radio con las últimas cifras de víctimas. Por primera vez, el régimen comunista de Pekín ha decidido adoptar la transparencia como vehículo informativo, algo que a muchos ciudadanos chinos ha pillado por sorpresa.

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«Generalmente, las noticias solían llegar al cabo de días, si no semanas, y no solíamos ver imágenes tan impactantes», reconocía anoche a este periódico Huang Luwen, una joven de 22 años residente en Shanghai que tiene claro que «los Juegos Olímpicos y las críticas a la actuación del régimen birmano en la gestión de la catástrofe del ciclón han impulsado al Gobierno a dar mayor libertad a la prensa».

Por si este cambio de actitud no fuera suficiente, las imágenes del propio primer ministro, Wen Jiabao, mojándose bajo una incesante lluvia y armado con un megáfono para dar ánimo a los equipos de rescate, a los supervivientes, y a los familiares de las víctimas, a quienes ha ofrecido su hombro como apoyo, ha dado la vuelta al mundo y ha provocado un hondo respeto entre la población china, acostumbrada a ver a sus dirigentes alejados del pueblo llano.

El hecho de que Wen llegara a la ciudad de Duyiangyan, una de las más castigadas por la catástrofe, sólo cuatro horas después del terremoto ya fue interpretado por muchos como un giro político de 180 grados. «Nuestra prioridad es, sin duda, salvar vidas, pero no podemos olvidarnos de consolar a los familiares de los fallecidos y a todos los que han quedado sin hogar», declaró ayer el dirigente chino a la agencia de noticias Xinhua.

«No puedo creer que nuestro primer ministro esté trabajando codo con codo con los soldados en estas condiciones», comentaba uno de los afectados a la televisión provincial de Sichuán, que emite casi en directo las labores de rescate. El mismo sentimiento mostraba entre sollozos una madre cuyo hijo seguía anoche sepultado bajo los escombros de su escuela, en el pueblo de Beichuán: «Estoy segura de que nuestro Gobierno hará todo lo posible por sacarlos vivos».

Sin duda, a falta de tres meses para que comiencen los Juegos Olímpicos, que han estado envueltos por la polémica en todo momento, esta tragedia cobra especial importancia en el plano de la imagen, y el Partido Comunista Chino es consciente de que puede ser de ayuda para recuperar parte de la simpatía perdida en el mundo y conciliarse con su propia población.