Una lectura muy positiva

Los hermanos mayores de las hermandades de Cádiz están muy satisfechos con el Camino de 2008. Un itinerario donde el calor y el frío han estado presentes a partes iguales, incluso la lluvia, y sólo se ha tenido que lamentar un incidente grave, la rotura de la carreta del simpecado de Arcos que hirió grave a una joven que tuvo que ser hospitalizada en el Hospital de Huelva.

A pesar de eso, «todo ha salido bien», aseguró el hermano mayor de San Fernando, Alejandro López. «Ha sido un buen Rocío, que nos ha renovado la fe y nos ha ayudado a saber convivir con los demás». Para San Fernando ha sido un Rocío especial, ya que poco a poco va ampliando su patrimonio y ya ha inaugurado su casa de hermandad en La Isla.

Por su parte, el hermano mayor de Jerez, Felipe Morené, aseguró que los romeros jerezanos han vivido momentos muy intensos pero, «sobre todo me quedo con la misa ante la Virgen, ese rato ante ella, y la visita de la Blanca Paloma a la casa de hermandad. Ese momento nadie nos lo quita». Y es que Morené aseguró que «quien diga que en El Camino no se viven buenos momentos es porque no lo conocen. Hay que ser muy tonto».

«Hay que vivirlo»

El hermano mayor de Cádiz, Manuel Montaño, no pudo ocultar su satisfacción por la peregrinación de sus hermanos a La Aldea, «cada vez en mayor número». Y es que el de 2008 ha sido el primero como hermano mayor de Montaño «por eso me quedo con muchos momentos especiales de este Camino, y con la ilusión de iniciar a preparar el del año que viene».

Todos los hermanos mayores coinciden al señalar que «el Camino hay que vivirlo para saber lo que sentimos los rocieros», comentó el hermano mayor de San Fernando, Alejandro López.

Aunque con ganas de regresar a casa, los romeros no quieren dejar el Coto, «porque en este lugar se viven instantes que se quedan en la retina para siempre», apuntó Manuel Montaño.