Apretado

y omá! Esto está más apretado que los tornillos de un submarino. ¿No querían emociones? Pues ahí las tienen. Aquí un punto tiene su peso en oro. Sólo hay que mirar la tabla, del octavo al cuarto por la cola, seis puntos de diferencia. Pierdes un partido y, ya estás con el agua al cuello. Es imposible hacer pronósticos, pues son los de abajo los que ganan, si no pregúntenles al Málaga y al Hércules. Se está demostrando que la Segunda está muy igualada, y los que van a subir, lo harán por ser los menos malos, o los que le han echado más cojones. Sí, más cojones. Pues en Segunda se gana por cojones. Si el Cádiz no le echa eso en la segunda parte de ayer, seguro que hubiéramos perdido. Porque la Real, sin ser nada del otro mundo y jugándose mucho más que nosotros, se vio contra las cuerdas cuando nos fuimos a por ellos descaradamente. Nos quedan dos partidos en casa, que van a ser de infarto. Yo el domingo sudaba como no lo hacía desde que corría por la playa, que ya hace unos años. Nástic y Sevilla At. ¿Casi na! Porque yo creo que ahora mismo jugar fuera es mejor. Ni el Celta, ni el Málaga, ni el Hércules, son mejores que nosotros, y la presión que se tiene en campo propio es muy fuerte. Y si a Contreras no le da por hacer la pajarraca estoy seguro que podemos hacer mucho daño. Pero repito, si jugamos como esos minutos de la segunda parte. Apretando los dientes, valientes, ¿con cojones! Uno se pregunta por qué su equipo no puede jugar todo el partido así. Porque si no se hace nunca es porque no se sabe, pero si se hace, aunque sólo sea un ratito, no se hace el resto porque no se quiere. Supongo que su explicación tendrá. Ellos pidieron que fuera la afición y allí estuvo, que animaron y animaron, los escuchamos y los complacimos. La grada también habló y ahora les toca a ellos el complacernos. Y para lo que queda, queremos a once Raúl López. No sé si será mucho pedir.