La visita de la Virgen a Jerez, de las más tempraneras que se recuerdan
La Blanca Paloma llegó a la Casa de Hermandad a las 10.24 horas y estuvo dos minutos con los romeros jerezanos, que hoy inician el camino de regreso
Actualizado:Ha sido el de este año un Rocío extraño. Muchos han dicho que tiene menos peregrinos, aunque, sin duda, que haya llegado tan temprano ha influido notablemente. La climatología también. Igual que la Feria, reclama calor
porque el sol parece que le da vida. Por eso pocas veces se podrá decir de forma más acertada que ha sido un Rocío gris, muy gris.
Al menos, ése es el comentario más generalizado, que este año hay mucha menos gente. Ha podido ocurrir que por el frío, los romeros se hayan quedado dentro de las casas, y las calles de la Aldea se han visto más desérticas.
La noche del domingo se abrió con el rezo del Santo Rosario de todas las hermandades en la plaza Doñana. Hubo muchos cohetes, muchas bengalas, campanas al vuelo y un reguero de simpecados y representaciones por todas las calles de la Aldea. Pusieron colorido a la previa de la cita más importante de toda la Romería, la procesión de la Virgen.
Se inicio el rezo del Santo Rosario en otra concentración masiva de romeros, que terminaron formando en procesión para llegar a la misma puerta del Santuario, desde donde cada hermandad volvió a su casa a la espera de la visita de la Señora. La expectación iba creciendo por momentos porque se acercaba a la puerta principal del Santuario el Simpecado de Villamanrique, la numero uno de la filiales. Detrás ya sólo quedaba el de Almonte. Y, nada más entrar éste se produjo el salto.
Y así llegó el momento más esperado. Fue, exactamente a las 02.32 de la madrugada cuando la impaciencia de los almonteños dio al traste con todas las previsiones y cálculos, siempre orientativos, que se apostillan para este momento. Se ve que en este 2008 todo llega con adelanto, y más de uno no puede evitar preguntarse si se conseguirá alguna vez que la Virgen salga al alba. Sea como fuere, el salto no resultó excesivamente llamativo, pero sí trajo consigo la presencia en las calles de la Virgen del Rocío, momento por el que cada rociero suspira y espera durante un año entero.
Estuvo en la calle del Quema, estuvo con todo Jerez en su casa y llegó la hora en la que se recogió definitivamente, dándose por terminada en ese mismo momento la Romería en la Aldea. Eso sí, todo salpicado con innumerables momentos repletos de emoción por tener tan cerca a la Virgen. Todo se desarrolló con mucha celeridad y durante la madrugada con mucho frío. De hecho, este año han estado en primer plano los ponchos de lana y las mantas y se vio a los romeros muy abrigados por la zona donde la Virgen realiza las primeras visitas de su tradicional recorrido.
Una vez que el amanecer se puso y la Virgen dejó la casa de Huelva, ésta se adentró por la calle donde la esperaba el grupo Senderos.
Faltaba muy poco, pero todavía no habían dado las ocho de la mañana. Y se antojaba ya bastante probable que muchos de los que acostumbran a desplazarse en la mañana del lunes para ver los clásicos de la procesión no llegasen a tiempo, debido precisamente al adelanto que llevaba la procesión en comparación con años anteriores. Geniales como siempre, Senderos puso el corazón para cantarle a la Virgen.
Según informes desde el Plan Romero, durante la salida procesional se realizaron un total de 31 asistencias, aunque ninguna de ellas revistió afortunadamente gravedad, si bien dos de los pacientes tuvieron que ser evacuados a hospitales de la zona. Uno de ellos, una mujer en avanzado estado de gestación.
Cuando ya había despuntado la mañana, la casa de Jerez era un hervidero de personas. Había más que nunca. El sol lucía esplendoroso y el padre Alexis estaba a hombros para rezarle la Salve. Eran, exactamente, las diez y veinticuatro minutos cuando los almonteños aprovechaban el pasillo hecho por los rocieros de nuestra ciudad para acercar a la Blanca Paloma hasta la misma puerta de la Hermandad jerezana. En ese momento miles y miles de pétalos de flores comenzaron a caer sobre el paso de la Pastora almonteña, mientras el Padre Alexis rezaba, piropeaba y lanzaba plegarias y bendiciones a la Madre de Dios. La visita de la Virgen se producía muy temprano y apenas duró dos minutos. A las diez y veintiséis las andas de la Blanca Paloma se alejaron de la casa de los jerezanos para no volver hasta el año que viene. Allí quedaban las lágrimas, emociones y abrazos de los rocieros que, un año más, habían presenciado en vivo el gran momento de la Romería. La tempranera visita de la Virgen motivó que muchos rocieros procedentes de Jerez no llegaran a tiempo para verla en la casa de hermandad. Uno de los perjudicados fue, incluso, el obispo de Jerez, Juan del Río, quien alcanzó la casa diez minutos después de estar allí la Virgen. El patio de la casa de Jerez se llenó a rebosar y fue escenario para un rato de asueto entre los rocieros. La relativa calma desapareció al llegar la Duquesa de Alba, quien quiso rezar ante el Simpecado morado. Mientras, la Virgen se recogía en la ermita y comenzaban los preparativos para el Camino de vuelta, que Jerez comenzará en la mañana de hoy martes. La nota triste la protagonizó el hermano Rizo, que el domingo por la noche se sintió mal por una arritmia y tuvo que ser evacuado al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde permanece ingresado en observación. Por el momento permanece estable, según el último parte médico.