La nieta de la fallecida dice tener «miedo de que se repita la misma historia»
La larga batalla legal que cargan sobre sus espaldas les ha merecido la pena porque al menos han conseguido una segunda oportunidad, pero llegada la hora de la verdad, no esconden su temor a un veredicto contrario a sus intereses. «No sabemos con seguridad lo que va a pasar, pero tenemos miedo porque se puede repetir la misma historia y que los declaren inocentes», decía ayer Rocío Cortés, nieta de la víctima.
Actualizado: GuardarTanto ella como su madre Mercedes Ramírez, que es una de las dos hijas de Dominga que están personadas como acusación particular, no acudieron ayer a la primera sesión. Pero guardar esa distancia física con el juicio no les ha librado de los nervios. «Hace días que estamos muy nerviosas pero confiamos que de una vez por todas se haga justicia».
Esta rama familiar de la fallecida ha defendido siempre la culpabilidad del matrimonio desde el mismo momento en que fue hallado el cadáver sin vida de la anciana. Las dos pulseras de la finada que aparecieron en la vivienda de los acusados son la prueba definitiva para ellos. «No sé qué más necesitan para condenarles. A mi abuela la mataron para robarle y si parte de las joyas aparecen en casa de estos señores, creemos que está claro». En el anterior juicio, comentaba ayer Rocío Cortés, José María aseguró que las alhajas se las había cogido a una tía suya de Asturias. «Ésa es una excusa que no se sostiene porque las pulseras eran de mi abuela».
La familia de la víctima está representada en esta ocasión por dos letrados que defienden los intereses de las dos hijas de Dominga, de padres diferentes. Estas hermanastras no mantienen una relación fluida por lo que decidieron contratar abogados distintos; si bien las tesis que mantienen ante el jurado será la misma a lo largo del proceso.