ARTESANO. David Cosano, en su taller que se ubica en el Zoco de Artesanos.
Jerez

Laboratorio de futuras notas

David Cosano es posiblemente el primer luthier jerezano que ha comenzado a construir instrumentos de cuerda en la ciudad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las vueltas de la vida marcaron que David Cosano acabara con una lezna y una barrena en las manos. Había estado en la universidad estudiando Historia, pero finalmente acabaría en Gélvez, estudiando el viejo oficio de luthier con José Ángel Chacón. «Es mi maestro, quien me ha enseñado todo lo que sé de este oficio», comenta.

Ahora, David tiene casi rematado un precioso violín. Pero como el oficio no se acaba de aprender nunca, comenta que «en cuento lo tenga acabado iré a Málaga para que le dé el visto bueno». El caso es que éste no es oficio para «manitas». «No digas eso, que los luthiers nos cabreamos mucho. Las manos no son más que una parte de nuestras herramientas. Lo nuestro va mucho más allá. Es un trabajo que nace en la cabeza, y después lo que hay que saber es ejecutar lo que tienes en la mente», subraya.

David Cosano, posiblemente, acaba de inaugurar un nuevo oficio en nuestra ciudad. Al menos no se recuerdan referentes en Jerez de personas capaces de hacer instrumentos de cuerda en Jerez, ni tampoco restauradores. A eso, esencialmente, se dedica David. «Estuve dos años preparándome en con mi maestro. Y después he estado unos seis años haciendo trabajo bajo su dirección. Bueno quizá llegó el momento de salir del nido y buscarme la vida de forma independiente. Soy de aquí de Jerez, y siempre creí que era aquí donde tenía que montar mi taller propio. Llevo aquí en el Zoco dos meses y bueno con mucha ilusión por trabajar mucho», apostilla.

Profesión donde la experiencia es un grado, está basada en el mundo de las medidas, de los grosores de las maderas y de los sonidos que desarrollan las maderas cuando se percuten en ellas con las yemas de las manos. «Aquí tampoco existen muchos misterios. Sólo debes sentirte capacitado y tener como una de las premisas más importantes tener mucha precisión y controlar la impaciencia. Las carreras no llegan a ninguna parte», subraya.

Violines, violas, violonchelos, contrabajos o guitarras bien clásicas que flamencas son algunos de los instrumentos que nacen y crecen de las manos de este artesano. Se trata de la antesala de la música, del laboratorio en el que nacen los pentagramas.