Los afectados aseguran estar «hartos» de su ubicación en la carpa
Entrando en la carpa provisional por la puerta principal, en la plaza Esteve, a mano izquierda está el puesto de Tomás Pantoja, un pescadero que asegura estar totalmente «harto» de su ubicación provisional después de seis meses «soportando» las diferentes anomalías que han ido surgiendo.
Actualizado: Guardar«Nosotros estamos hartos de estar aquí, pero los clientes sobre todo, ya que se producen muchas caídas», un tema éste que «no se ha solucionado porque el suelo es de goma -con una plancha metálica debajo- y se inunda», con los consiguientes «resbalones» que ello implica.
Además, y después de una costumbre de tantos años yendo a la Plaza de Abastos, el usuario no se termina de acostumbrar «y no se encuentran cómodos», algo que perciben los pescaderos desde que en el pasado mes de diciembre se trasladaran a su actual emplazamiento en el que, ya por suerte, les queda poco tiempo.
Por su parte, desde el Ayuntamiento, en reiteradas ocasiones, se ha recordado precisamente que no se entiende tanta prisa después de que el Mercado Central de Abastos haya aguantado «25 años sin arreglarse».
Menos ventas
Al principio, la novedad hizo que cientos de personas se trasladaran a la carpa, por la curiosidad despertada, pero luego el tiempo ha demostrado a los propietarios de los puestos que se vende menos, asegura Tomás Pantoja. «Ya han pasado todas las fiestas y no sabemos a qué echarle la culpa», afirma en este sentido.
Por ello, están impacientes por estrenar las nuevas instalaciones, es decir, sus nuevos 41 puestos prefabricados en acero en la nave central de la Plaza, algo que harán en aproximadamente un mes, según la propia Gerencia Municipal de Urbanismo.