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ESPAÑA

Zapatero a Ibarretxe: «Los vascos no quieren aventuras que traspasen las reglas de juego»

Pide al lehendakari que antes de perseguir un acuerdo con Madrid lo intente con los partidos de Euskadi Invita al PP a dialogar sobre financiación autonómica y ante seis presidentes del PSOE ruega unidad sobre ello

JOSEBA GARCÍA
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El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, transmitirá al lehendakari, en la reunión que ambos mantendrán el próximo día 20 en La Moncloa, que la sociedad vasca «no quiere aventuras que traspasen las reglas de juego» y le emplazará a que, antes lograr un acuerdo entre ambos ejecutivos, lo alcance entre los partidos representados en el País Vasco.

Así lo manifestó ayer domingo en un acto público en Baracaldo, donde mostró una vez más su determinación en «llegar hasta el final» en lucha contra el terrorismo y demandó «lealtad» del PP y el resto de grupos en esta materia.

Más de 8.000 militantes y simpatizantes socialistas, según la organización, entre los que se encontraban seis presidentes de comunidades autónomas, cuatro ministros y la cúpula del PSOE arroparon Rodríguez Zapatero y al secretario general del PSE y candidato oficial a lehendakari, Patxi López, en la Fiesta de la Rosa de los socialistas vascos.

Expectación

La intervención del jefe del Ejecutivo había levantado gran expectación tras cerrar la cita con el lehendakari y conocerse el texto que le había remitido Ibarretxe para debatir sobre un nuevo marco jurídico y político para el País Vasco. Y Zapatero no defraudó. Desde el primer minuto acotó el campo de juego del diálogo con Ibarretxe, a quien dejó claro que le propondrá «entendimiento y le escucharé» pero le advirtió de que cualquier acuerdo que se cierre «no traspasará las reglas que nos hemos dotado todos, que nos permiten autogobierno y más autogobierno, respeto a la identidad de esta tierra y al euskera y al papel que el País Vasco quiere jugar en Europa y el mundo».

Ante las exigencias soberanistas de la hoja de ruta del lehendakari, Zapatero recordó que los vascos «no quieren la división, no quieren la confrontación de identidades, quieren la convivencia, el entendimiento, el respeto, quieren un rumbo seguro, un camino cierto, no quieren aventuras y, desde luego, mucho menos aventuras que traspasen las reglas del juego que nos hemos dado todos».

El presidente recordó que con Ibarretxe «he escuchado mucho, dialogado y respetado» en las ocho reuniones mantenidas desde que está en Moncloa y le recomendó que antes del plantear un acuerdo de gobiernos haga «lo que yo he hecho con él: hablar más con las fuerzas políticas del País Vasco y hablar con Patxi López como el principal partido en estos momentos». El presidente señaló que los ciudadanos vascos merecen políticos «que no den la murga» y que, como Ibarretxe, pasan las horas «mirándose al ombligo». En este punto, apostó por su compañero López como futuro lehendakari.

Oferta al PP

El acto sirvió también para cerrar cualquier posibilidad de abrir un proceso de paz similar al fracasado en la pasada legislatura. En presencia entre otras víctimas del terrorismo de Sandra Carrasco, la hija de ex concejal del PSE de Mondragón, Isaías Carrasco, asesinado por ETA, el presidente aseguró que «no pararemos hasta el final, hasta la desaparición de aquellos que matan y extorsionan a la ciudadanía».

En este punto, defendió la unidad de los demócratas y en clara referencia a la oposición del PP demandó «lealtad» con el Gobierno en una materia en la que, dijo, está en juego «la libertad».

El líder socialista dijo confiar en que «esa invitación permanente del Gobierno a trabajar conjuntamente en pro del acuerdo en financiación autonómica, en materia de agua, en la presidencia española de la UE, tenga la respuesta favorable» del principal partido de la oposición, «después de que ya saben que han vuelto a perder».

Las referencias al PP no quedaron ahí. Zapatero le pidió que «tenga la respuesta favorable, esta vez sí, en esta legislatura, después de que ya saben que han vuelto a perder, una respuesta por el acuerdo y el interés de España» en las «grandes cuestiones de Estado que tenemos por delante». «Espero que, por una vez, hablen menos de España y trabajen más con el gobierno de España en favor de España» demandó.

«Nosotros sabemos cómo trabajar para convivir y avanzar juntos respetando la pluralidad de los pueblos de España», añadió, en presencia de una nutrida representación territorial del PSOE, entre ellos el presidente del PSOE y de la Junta andaluza, Manuel Chaves; el de la Generalitat de Cataluña, José Montilla; el presidente balear, Francesc Antich; el aragonés, Marcelino Iglesias; el extremeño, Guillermo Fernández Vara y el gallego, Emilio Pérez Touriño. Los dirigentes territoriales coincidieron en la Fiesta de la Rosa después de una semana de cruce de declaraciones sobre las próximas negociaciones para cambiar el modelo de financiación autonómica, pero no trascendió si aprovecharon la cita para hablar informalmente de este asunto y no se quedaron después al almuerzo que el PSE organizó para más de 8.000 personas. Zapatero, en todo caso, sólo se refirió a la financiación autonómica al reiterar su oferta de diálogo al PP -la cuestión no afecta al País Vasco, que tiene su propio concierto económico- pero sí lanzó un mensaje de unidad: «Sabemos estar juntos y respetar la manera de ser de cada uno porque es la grandeza del PSOE, porque ante todo nos unen ideales y principios, ante todo nos llamamos compañeros seamos de donde seamos y hayamos nacido donde hayamos nacido», recalcó Zapatero.

Por su parte, y en un tono que denota el clima de pre campaña electoral que se vive en el País Vasco, el secretario general del PSE y candidato a lehendakari, Patxi López confrontó su proyecto con el nacionalista de Ibarretxe, a quien recordó que «no es tiempo de amenazar con choque de locomotoras» si el Gobierno español no atiende sus peticiones porque la sociedad vasca «quiere diálogo, entendimiento y un gobierno que dé soluciones y no cree problemas donde no los hay».