El Arcos ya no depende de sí mismo para lograr la salvación

El Arcos dio un paso atrás en sus aspiraciones de conseguir la permanencia puesto que esta derrota no le permite depender de sí mismo y tendrá que jugárselo todo en la última jornada. El tropiezo del conjunto gaditano fue especialmente duro al perder en casa ante un rival directo en la lucha por la permanencia y cuando sólo queda una jornada para el final de temporada.

El Arcos no conseguió enlazar dos jugadas seguidas en este inicio del choque y se limitaba a jugar con balones largos buscando a los hombres más adelantados. Los gaditanos estaban más fuertes en defensa y cerraban bien las llegadas de su rival, aunque con muchos problemas para crear peligro con el balón controlado desde atrás. Los minutos pasaban y ambos conjuntos se mostraban muy espesos, ninguno se arriesgaba a romper el choque y el respeto mutuo se imponía sobre el terreno de juego. Los locales intentaron alguna jugada buscando la meta contraria en los últimos minutos del primer tiempo pero el Cerro supo aguantar bien.

Legan los goles

Tras el descanso el partido cambió por completo. Los locales salieron muy motivados, conscientes de lo que había en juego, y pronto consiguieron abrir el marcador. Henares marcaba de volea desde el vértice del área cuando sólo se habían disputado dos minutos y despertaba las esperanzas en el cuadro gaditano.

Este gol dio cierta tranquilidad al Arcos durante bastante minutos y el cuadro local centró su juego en mantener su mínima ventaja. Pero entonces fue el Cerro del Águila el que no se quiso dar por vencido y puso toda la carne en el asador. Así encontraron recompensa en el minuto 82 cuando el colegiado señaló un penalti a favor del Cerro por caída de Melquíades que Álvaro no desaprovechó e hizo subir al marcador el 1-1.

A raíz del empate el Arcos reaccionó y buscó el gol, sobre todo en jugadas a balón parado pero la defensa visitante estuvo muy ordenada y, junto a las buenas intervenciones de su portero, evitó que llegara el segundo para los locales. Y cuando todo parecía indicar que el choque iba a finalizar con el reparto de puntos, ya en el minuto 94, una gran jugada de Melquíades, a la contra, pone el balón a Salvi II, que sólo tuvo que empujarlo al fondo de las mallas.