CONSUELO. Carlos Contreras intenta levantar el ánimo de sus jugadores después de la derrota encajada ante el Boadilla Las Rozas que priva al equipo de la final. / NURIA REINA
Deportes/Mas-Deportes

El Isleño FS pasa del cielo al infierno a menos de tres minutos para el final

Los de Contreras desperdician un 4-1 favorable ante el Boadilla Las Rozas Aljucer ElPozo jugará la final contra los madrileños tras vencer al Barcelona

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A un paso de la gloria se quedó ayer el Isleño FS San Fernando Plaza en la semifinal disputada ante Boadilla Las Rozas. El conjunto entrenado por Carlos Contreras vio cómo se le escapaba el partido cuando faltaban menos de tres minutos para la conclusión. Los cañaíllas llegaron a colocarse con 4-1 en el marcador, pero las piernas terminaron fallando en los últimos minutos, y la mayor entereza física y táctica de los madrileños, unido al hecho de que sacaron portero-jugador, fue determinante para que se produjera la remontada. Cayeron con las botas puestas los isleños ante un rival que llegaba con la vitola de favorito, al ser el campeón de la pasada edición, y que estuvo contra las cuerdas durante buena parte del encuentro.

Comenzaron sufriendo los locales. Se llevaban jugados escasos dos minutos cuando David Paleta le saca un balón con la cabeza bajo la línea de gol a Asensio. Dominaban la pelota los de Contreras, pero eran los madrileños quienes evidenciaban mayor calidad, aunque sin encontrar el acierto sobre la portería defendida por Selu.

Sí encontraría premio a su esfuerzo el conjunto de La Isla. A los diez minutos de partido, Dani Guerra -enorme durante todo el campeonato- saca en corto para Juan Alberto, que empalma al fondo de la red de la portería defendida por Fabio. Era el primero de la tarde y las gradas de Bahía Sur, repletas hasta la bandera, rebosaban de júbilo y alegría.

Lo que parecía un sueño poco a poco iba fraguándose en realidad. El gol espoleó a los naranjas, que perdieron el miedo por completo y trataron de tú a tú a los madrileños.

No obstante, el rival no era precisamente ninguna perita en dulce, y a las acometidas isleñas respondía con criterio, aunque en todas se topaba con un Selu intratable que hizo un gran partido.

En una acción de estrategia llegó el empate a uno. Falta sacada hacia atrás y el duro disparo de Palomeque se introduce en la portería defendida por Selu. No cunde el desánimo en las filas isleñas y a renglón seguido José Mari está a punto de marcar.

Tal fue la reacción isleña que Guerra, en una gran acción con Poti, hace el segundo y devuelve la ilusión a la grada. Eran los mejores minutos del equipo y los frutos no tardarían en llegar.

La segunda parte comenzaría con los mismos tintes con los que había concluido la primera. El Isleño golpea primero, y por dos veces. Primero Paleta y después Guerra, de forma muy similar, encarando al meta Fabio, anotaban el 3-1 y el 4-1. Ya la fiesta era patente en las gradas, pero no estaba todo dicho. Ni mucho menos. Y menos con la lesión del local Luis, que tuvo que abandonar el terreno ayudado por las asistencias.

Fallaron las fuerzas

Entonces llegarían los peores momentos de los isleños. Un minuto después, Mario acortaba distancias con una sensacional jugada. Desde ese momento, el partido dio un vuelco y fue Boadilla quien se hizo con el dominio de la pelota. Los madrileños asediaban los dominios de Selu mientras los locales se defendían como podían. Álvaro haría el 4-3 a falta de siete minutos y llevaría el nerviosismo a la grada. Momentos antes, los isleños habían desaprovechado dos minutos de superioridad numérica tras la expulsión de Álex.

Faltando tres minutos y con el Isleño agotado, llegaría lo que nadie quería. David Martín, por dos veces, completaría la remontada. Sonrisas y lágrimas se desataron entonces. Los isleños lloraron de rabia una derrota inmerecida mientras los madrileños aplaudían el esfuerzo de su rival.