«La poesía es la necesidad de buscar la libertad»
Sus compañeros saben de su habilidad para introducir versos en sus intervenciones y discursos ante la Cámara. Lo hace sin forzar ni de manera reiterativa. Lo que muchos desconocen es que Francisco José Álvarez de la Chica es, además de vicepresidente primero del Parlamento de Andalucía, un poeta valiente que se atreve a componer haikus, una figura de la literatura clásica japonesa, muy diferente a la métrica española.
Actualizado:«Para mí la poesía es una necesidad de buscar la libertad, encerrada en una jaula», comenta este granadino de 48 años que no duda en afirmar: «Cuando uno accede a un cargo político gana en poder, pero se pierde libertad». Pero esta afición le da más satisfacciones que tristezas: «Es el equilibrio de lo material con lo inmaterial».
Su contacto con escritores y poetas de Granada le ayudó a dar un salto que él define de una manera muy personal: «Nosotros los políticos estamos obligados a hacer público lo que pensamos; pero a mí me daba mucho pudor decidirme a hacer público lo que escribo, a compartir lo que siento».
Profesionales del verso como Nicolás Palma -con el que comparte una firme amistad- le animaron a superar ese miedo inicial.
No tiene dudas: a la política le hace falta más poesía. «A la política le viene bien estar cerca de la creación, tanto propia como ajena y le ayuda a desplegar la percepción, a percibir sensaciones como que la poesía es la descomposición de la luz en los siete colores, en definitiva, nos ayuda a ser más asequibles». Una sensibilidad que no es incompatible, a su juicio, con la denuncia social o con buscar soluciones a los problemas de los ciudadanos.
Basado sobre todo en la sobriedad y la sinceridad, el haiku (género poético compuesto con 17 sílabas y ordenado en tres versos) requiere una expresión extremadamente concisa y es el resultado de un sutil acuerdo entre el poeta y el espectáculo del mundo, de la apacible meditación frente a la naturaleza. Y ese es el terreno que De la Chica ha elegido para debutar como poeta.
Pellizco
«El haiku es un pellizco, un instante preciso de algo, pequeño pero muy intenso», apostilla el parlamentario socialista. Cree que los ciudadanos encuentran dificultad para acercarse a la poesía en los libros, pero que la encuentran con cierta facilidad en otras expresiones más cotidianas como la música.
«A la gente le interesa más la poesía de lo que se atreve a decir», sentencia.