FAVORITO. Contador (d), junto a Di Luca (c) y Menchov (i). / EFE
CICLISMO

Arranca el Giro de Italia con Alberto Contador como principal baza española

Miguel Induráin fue al Giro porque luego quería ganar el Tour. Alberto Contador debuta hoy en la ronda italiana porque no le dejan ir a la Grande Boucle. El navarro tenía Italia en su plan de trabajo camino de París. El madrileño se ha encontrado de repente en el aeropuerto de Palermo. Una semana atrás estaba sobre sus chancletas en la arena de Cádiz. Sol y playa. A remojo. A Induráin le tocó una era dorada del ciclismo, quizá la última. Contador, en cambio, llegó cuando este deporte era ya un escándalo capitular. Sólo así se entiende que la misma carrera -el Giro- que vetó en febrero a su equipo, el Astana, le abra las puertas sólo unos días antes de la contrarreloj por equipos que hoy inaugura la carrera rosa. En cualquier caso, el escalador de Pinto pisará desde hoy la huella del navarro, del vencedor en las ediciones de 1992 y 1993, del último y único ganador español.

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La presencia de un Astana estelar (Contador, Kloden y Leipheimer) eleva el nivel de un Giro que alineará también al vencedor de la pasada Vuelta, a Menchov. A ellos le toca romper el candado del dominio local.

En frente, el Astana se topará con la tradición: los italianos. Dos son jóvenes, Ricco (Saunier Duval) y Nibali (Liquigas). Los demás son casi corredores del pasado: Di Luca (LPR), o Simoni (Diquigiovanni), o Savoldelli (LPR), o Piepoli (Saunier Duval). Junto a ellos, un paso por detrás, orbitarán eslabones libres, como Rujano y Joaquín Rodríguez (Caisse d'Epargne), Garate (Quick Step), Danielson (Slipstream) o Mauricio Soler (Barloworld), la sensación colombiana del pasado Tour. Pero a ninguno de ellos les toca brillar al inicio. Al Giro le gusta reservar la emoción dolomítica para el final. Por eso, la primera mitad será para todoterrenos y bólidos. En la séptima etapa aguarda la primera subida, Pencocostanzo. Y hasta la decimocuarta, no llegan las siguientes, con final en Alpe di Pampeago. Un día después es la jornada reina: Pordoi, San Pellegrino, Passo Giau, Falzarego y Passo Fedaia. Sin tregua espera la cronoescalada al Plan de Corones. Y ya para el final, dos días de calvario: en la decimonovena etapa (228 km) están el Passo del Vivione y el Passo della Presolana; en la vigésima jornada, el Gavia, el Mortirolo y Áprica.