El paraíso de Marismilla
Los primeros parajes de Doñana son un verdadero espectáculo de la naturaleza en el que se combinan dunas, pinares y marismas
Actualizado: GuardarLas palmeras y los eucaliptos anuncian desde lejos este punto de sesteo que viene después de atravesar la plancha. Desde muchos años atrás es el lugar escogido por la Hermandad de Jerez para montar su campamento y pasar la primera noche del camino, para después proseguir el itinerario que durante el segundo día se presume bastante duro y con el miedo de superar las dificultades que suelen presentar, sobre todo, el Cerro del Trigo y el de los Ánsares. Eso sin dejar atrás lo que pueda encontrarse una vez pasada la Laguna del Sopetón, con gran cantidad de agua. Pero se debe confiar en la Virgen, que aliviará esta situación y hará que sus romeros estén puntualmente el sábado en la cita de la Aldea.
Muy pronto, sólo al salir de las inmediaciones del Palacio de Marismilla, se encuentran con el Navazo de la Madroña y la Laguna del Carrizal, nombres éstos que vienen conservándose de muchos antepasados que han sido guardas en el Coto.
La extensa comarca comprendida entre Arenas Gordas y la desembocadura del Guadalquivir, zona donde se encuentra el Palacio, fue donada por el Rey Sancho I, en directas sucesiones a los Duques de Medina-Sidonia, quienes durante tres siglos serán amos y señores de estas tierras.
Este Palacio de la Marismilla se ha convertido en la residencia oficial de las visitas de estado que se realizan a Doñana.
Hasta el Cerro del Trigo continúa el paisaje y, tras pasar este punto, nos encontramos con el camino más emblemático de la ruta. Las arenas vacías y el paisaje espectacular y desértico acompañarán al peregrino, siempre contemplando un paisaje de matorral bajo el que en muchos instantes deja ver los horizontes. Indudablemente, es una auténtica bendición de Dios disfrutar a cada paso una forma distinta de luz, de contrastes y de belleza sin igual como la que nos ofrece el Coto.
Las tierras de Doñana sorprenden por su variedad paisajística: la zona de playas-dunas, las arenas estabilizadas de los cotos, la Marisma y la Vera, zona de contacto entre arenas y marismas. Cada estación del año confiere a este privilegiado lugar un paisaje y una vida animal diferente sin poder catalogar cual sería la mejor.
Estas tierras del Coto han estado vinculadas a los Marqueses de Borghetto durante treinta y cinco años. Su conocimiento, y el intenso trabajo en archivos y largas conversaciones con los protagonistas que aún viven, han permitido que se pueda reconstruir paso a paso el largo y definitivo proceso de generación del Parque Nacional. Fueron ellos los que, implicados en dicho proceso, han dejado unos archivos muy extensos para todos los que estén interesados en conocer la evolución que sufrió esa parte tan importante del Coto que saborean los rocieros y que es conocida como la Marismilla.