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Incendio en el barco, a por el bombero

Por primera vez en mucho tiempo hoy no voy a escribir de lo que escribiría todo el mundo, es decir, del título merecidísimo (sin acritud ninguna) conseguido por el Real Madrid o de los dos reveses sufridos por el Cádiz frente a Sporting y Ferrol y que hacen que se invierta la buena racha que habían cogido los amarillos en los partidos precedentes.

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Voy a bajar a las profundidades, más concretamente a la Tercera División, para relatar un caso que desde hace varios años me tiene impresionado. Se trata del que protagoniza cada temporada el Jerez Industrial, bueno más bien el apagafuegos de este equipo que no es otro que Carlos Fontana.

Remontándonos más atrás en el tiempo, los que le tenemos cierto cariño al Deportivo siempre recordamos el caso de Arsenio Iglesias, ese señor mayor apodado el sabio de Arteixo y al que recurrían cada campaña cuando había incendio en el barco.Y en las inmediaciones de Riazor ha habido más de un fuego, tanto real como figurado y el zorro plateado siempre ha resuelto con bastante éxito los avatares del destino. Incluso en una ocasión el balón redondo fue justo con él y le dio una Copa del Rey, una cierta compensación por la Liga perdida en la temporada anterior.

Sus avatares los conoce todo el mundo. Sin embargo, no todo el personal conoce las hazañas (sí dicho con todas las letras aunque sea en Tercera División) de Carlos Fontana. Cada vez que los industrialistas se meten en problemas, circunstancia habitual en los últimos tiempos, recurren a él y el bigotudo y sabio técnico cumple a la perfección con el guión establecido y acaba salvando a los blanquiazules. Como no le conozco personalmente, mi gran reto es enterarme porque no coge al equipo a principios de temporada. Y es que siendo así seguro que hubiese acabado peleando con el San Fernando.