«Si me iban a decir que no, que fuera en un premio prestigioso»
Tardó seis años en escribir una novela que pude alzarse hoy con el Fernando Lara «Poder compartir una velada con escritores es todo un honor», asegura
Actualizado: GuardarCon 35 años, nacido en Cádiz y criado en Jerez, Daniel Atienza es finalista del Premio Fernando Lara de novela con su primera obra, El largo viaje. Durante una velada literaria esta noche en Sevilla, la editorial Planeta desvelará el nombre del ganador.
-¿Cómo nació esta novela?
-Tardé en escribirla seis años, por un lado, como afición a la escritura y por otro, como vía de escape de sentimientos que tenía la necesidad de expresar. Escribo desde los 8 ó 9 años y si no me gustaba el final de un libro, se lo cambiaba. Tuve incluso la descabellada valentía de cambiar el final de La Odisea. El largo viaje empezó como una historia corta y se convirtió en una novela por el cariño que le cogí a los personajes. No tenía mucho tiempo porque trabajaba mañana y tarde -Daniel es director de una sucursal de Caja de Ahorros del Mediterráneo en El Puerto de Santa María- y fueron muchos fines de semana sin salir. Los personajes van cobrando vida propia y al final, debes ser honesto con ellos.
-¿Y la idea de presentarla al Fernando Lara?
-Soy modesto y cuando mi pareja me hizo una lista de premios literarios -es ella la que me animó- me presenté al más importante. Pensé que si me iban a decir que no, que me lo dijeran en un premio prestigioso. Este mismo lunes me dijeron que mi libro estaba entre los diez finalistas y que se han presentado 223, algunos de otros países. Llamaron a mi casa para comunicármelo y mi padre me llamó al trabajo. No pude evitar ponerme a gritar y mis compañeras, que son todas mujeres, se pusieron a gritar conmigo. Menos mal que no había nadie en el banco en ese momento. Fue muy emotivo.
-Ya más calmado, ¿cómo sienta esa noticia?
-Tengo el profundo convencimiento de que ya he ganado al estar entre los finalistas. No tengo formación literaria y la novela es la historia de un pobre hombre. Al principio no me lo podía creer porque he visto que los que han ganado en otras ediciones son escritores a los que admiro profundamente y la posibilidad de que mi nombre se mezcle sólo una vez con el de Zoe Valdés o Sánchez Dragó...
-Hable de su novela.
-Funciona en estratos. Es una historia de amor de un hombre hacia una mujer pero también es una historia de amor con mayúsculas, amor por un pueblo que va cambiando, por su familia que se ve marcada por las ausencias... El segundo estrato marca la diferencia entre una serie de decisiones que uno va tomando y que lo pueden alejar de lo que va buscando. Estoy convencido de que hay milagros en la vida de las personas pero son tan pequeños que no llegan a verse. Hay que abrir los ojos. El largo viaje se articula en torno a una pregunta ¿cuál ha sido el gran error de tu vida? Pensamos que son grandes cosas pero no tiene por qué. Enfrento a los personajes y a los lectores a esas preguntas. No me gusta que una novela sea cómoda no por dar yo lecciones a nadie sino por lanzar preguntas.
-¿Qué espera de esta noche?
-Todo lo que podría esperar ya lo tengo. Estar allí es un honor, poder compartir una velada con otros escritores, con otras personas que tienen el mismo sueño que yo. Ha sido una sorpresa. Cualquier cosa que venga después, será bienvenida.
-¿Está Jerez en El largo viaje?
-En la novela no hay un nombre pero está ambientada en esta zona y se puede intuir que sea en Jerez.
-Supongo que ahora habrá más novelas y más premios.
-Espero que ésta emprenda sola su propio viaje y que la editorial -que se está portando muy bien conmigo- me eche una mano. Mi nueva novela, El hombre de mimbre, es una historia de desheredados: creo que se puede aprender algo de todo el mundo.