Se necesitan culpables
La ONU culpa a los militares birmanos de que el ciclón Nargis haya alcanzado una velocidad de 200 kilómetros por hora. Creen que el responsable ha sido el sistema de alerta y no el aire, que enloquece de pronto y se lo lleva todo por delante. Es más fácil en Birmania y en cualquier otro achacarle la culpa a los barómetros que al tiempo.
Actualizado: GuardarSe elige a la Madre Patria y no a la Madre Naturaleza. Siempre que sucede alguna desgracia se buscan responsables, como si la desgracia necesitara cómplices. La verdad es que el mundo es un planeta de conquista.
Su comportamiento ha sido muy desigual desde los primeros pobladores, que las pasaron canutas para adaptarse. Los hombres primitivos fueron unos supervivientes y ahora, millones de años después, sus descendientes seguimos siéndolo. Este planeta no nos quiere, en líneas generales, pero se muestra muy desigual en su trato.
Hay lugares benignos donde el mar lame la tierra como un inmenso perro azul y donde crecen frutas muy parecidas a pájaros y pájaros que son como pájaros que cantan. Yo vivo en uno de ellos y no porque tenga especial predilección por el vegetarianismo ni por la ornitología, sino porque estoy mejor que en cualquier otro lugar, pero lo cierto es que gran número de habitantes del globo terráqueo residen en lugares inhabitables.
Más de 22.500 muertos ha desencadenado el ciclón. Casi tantos como sentencias sin cumplir registran los juzgados españoles. La Junta Militar birmana pone trabas a la ayuda internacional y la desasistida Justicia española se pone trabas a sí misma. El sentimiento de culpa pesa en nuestras espaldas y conviene descargarlo en otros, para no jorobarnos.
Los notables del PP desean conocer al nuevo equipo. Quieren saber cuanto antes a quienes pueden echarles la culpa del ciclón último. Un viento que se ha llevado a gente de poco peso.