Medvédev se marca como prioridad el «desarrollo de las libertades»
El nuevo presidente ruso espera seguir contando con el apoyo de Putin, al que propuso para primer ministro
Actualizado:En su primer discurso en calidad de presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, subrayó ayer la necesidad de «continuar el desarrollo de las libertades civiles y económicas». Planteó que tal tarea deberá ser «prioritaria» durante su mandato. Los derechos y las libertades, afirmó, «son el valor supremo y definen la esencia de la actividad del Estado». Medvédev pronunció estas palabras inmediatamente después de jurar el cargo con la mano derecha puesta sobre un ejemplar de la Constitución rusa.
El acto tuvo lugar en la sala de San Andrés del Kremlin ante más de 2.000 invitados. En su breve alocución, el flamante jefe del Kremlin prometió también un Estado «más justo y cuidadoso» con la ciudadanía. Dijo que «hay que lograr elevar la calidad de vida de la población y conseguir que cada vez sean más los que formen parte de la clase media». La seguridad de cada miembro de la sociedad «debe estar, no sólo garantizada por la ley, sino realizada de forma práctica por el Estado», declaró.
Asimismo, Medvédev aseguró que la innovación en todos los terrenos será otra de sus prioridades. «Vamos a crear las empresas más avanzadas, modernizar la industria y la agricultura, desarrollar un potente sistema de incentivos para la inversión privada. Todo ello para que Rusia se consolide como uno de los líderes del desarrollo intelectual y tecnológico», manifestó. Según su opinión «debemos aprovechar la oportunidad que se nos presenta de convertir Rusia en uno de los mejores países del mundo».
El nuevo jefe del Estado reiteró una vez más su compromiso de lograr que Rusia «supere» la actual situación de «nihilismo jurídico» y se cumplan las leyes al pie de la letra. Finalizó su intervención agradeciendo el «apoyo personal que he sentido permanentemente» de parte del presidente saliente, Vladímir Putin. «Estoy convencido de que tal apoyo continuará en adelante», añadió.
Visiblemente emocionado y hasta compungido por dejar la presidencia, Putin permaneció de pie junto a su delfín. Tomó antes la palabra para hacer un balance positivo de su gestión en los últimos ocho años.