El Almirante de la Flota pasa a la reserva tras 46 años de servicio

Armada Vadillo aprovechó su discurso para hacer un breve balance de su mandato y expresar su ilusión por disponer de más tiempo libre para pasar en compañía de sus seres queridos. “El calendario no perdona y ha llegado el momento de abrir una nueva singladura en mi diario de bitácora particular. Han sido años de navegaciones por variados mares, no siempre tranquilos, que ahora se presentan seguramente más sosegados”, indicó el almirante saliente.

El homenajeado confesó afrontar el inicio de esta etapa con sentimientos encontrados, pues frente a la satisfacción del deber cumplido se encuentran la nostalgia por el trabajo y el compañerismo.

Armada Vadillo destacó también el profundo proceso de modernización vivido por la Armada Española durante sus años de carrera. “Tal vez lo único que permanece es nuestro querido buque escuela”, bromeó el almirante.

El programa del acto de despedida siguió una sencilla secuencia que llevó a su protagonista a pasar revista de la tropa y a recibir la insignia de almirante de manos del comandante del Príncipe de Asturias, Francisco Jardón Dato. La despedida fue clausurada por una salva de honores de quince cañonazos.

La insignia de almirante no volverá a ondear ni en el Príncipe de Asturias ni en las instalaciones de la Flota en la Base Naval de Rota hasta que el sucesor de Armada Vadillo tome posesión de su cargo. El nombre del nuevo almirante aún no ha sido hecho público por el Ministerio de Defensa pero podría darse a conocer tras el Consejo de Ministros de mañana. Si estos plazos de cumplen, el nuevo responsable recibiría su bienvenida oficial la próxima semana en la Base Naval de Rota.

Hasta que dicha sucesión no se haga efectiva, el mando de la flota correrá a cargo del vicealmirante José Francisco Palomino Hulla.