El poeta Cordobés Pablo García Baena logra el Premio Reina Sofía

El poeta cordobés Pablo García Baena (1923) ha sumado a sus 84 años un nuevo premio a su no muy extenso palmarés. Se trata del Reina Sofía de Poesía, el más relevante y apreciado del panorama iberoamericano, y que conceden anualmente Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca. En su XVII edición, este galardón dotado con 42.000 euros recayó en García Baena por el conjunto de su obra. Su candidatura se impuso entre las 49 propuestas para esta edición, entre ellas las del español Francisco Brines, el mexicano José Emilio Pacheco, el ecuatoriano Filoteo Samaniego y la uruguaya Idea Vilariño. El gran poeta cordobés, premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1984, hijo predilecto de Andalucía desde 1988 y Premio Andalucía de las Letras desde 1982, ingresa con esta nueva distinción en un selecto club del que ya eran miembros poetas como Antonio Gamoneda o Juan Gelman, los ganadores de las dos últimos premios Cervantes, además de Blanca Varela o José Manuel Caballero Bonald. El galardón, fallado ayer en el Palacio Real de Madrid distingue, «el conjunto de la obra de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España».

Un estilista

Luis Antonio de Villena, miembro del jurado que falló en favor de García Baena , se refirió a él como «un gran poeta» y «un estilista». Recordó como precisamente por sus cualidades fue silenciado en la etapa en la que dominaba en España la poesía social. Nacido en Córdoba el 29 de junio de 1923, Pablo García Baena cursó estudios de Bellas Artes e Historia del Arte en su ciudad natal y se ha ganado la vida como anticuario. Publicó su primer poemario en 1946 y fue uno de los impulsores del grupo Cántico que a finales de los cuarenta y se formó en torno a la revista del mismo nombre que García Baena fundió y dirigió. Un grupo que marcó a una generación de la que formaron parte poetas como Ricardo Molina, Juan Bernier, Julio Aumente y Mario López y pintores como Miguel de Moral y Ginés Liébana.

Cántico tendió puentes con la Generación del 27, en especial con la poesía de Luis Cernuda, revindicando una mayor exigencia formal y estética y una sensualidad que contrastaba con la poesía social. A su vez los poetas de Cántico tendrían una decisiva influencia en los Novísimos que renovaron la poesía española a mediado de los setenta y rescataron del olvido la poesía de García Baena

La poesía de Pablo García Baena está marcada «por su brillantez y el magistral manejo del verso», como constató el acta del Príncipe de Asturias que recibió hace mas de dos décadas. El jurado que falló en favor de García Baena lo formaron, entre otros, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena, José Saramago y Clara Janés.