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La temporada en las almadrabas gaditanas arranca con capturas escasas y de poco peso

Las primeras 'levantá' en Conil, Barbate, Zahara y Tarifa logran sólo 309 atunes frente a los 1.048 del pasado año

JESÚS M. ARAGÓN
Actualizado:

Los datos no son muy halagüeños. Cuando apenas ha transcurrido un mes desde el inicio de la temporada de la captura del atún en la provincia de Cádiz, las cuatro almadrabas que trabajan este arte milenario de pesca -Barbate, Conil, Tarifa y Zahara- apenas superan las 300 capturas.

En concreto son 309 los ejemplares que han caído en las redes caladas que se sitúan a unas tres millas de la costa en los cuatro caladeros tradicionales.

Según los datos oficiales a los que ha tenido este periódico, la media de levantás, es decir, de operaciones para extraer a la superficie los atunes que han entrado en el entramado de redes y aparejos fondeados, no supera en ninguna de las cuatro almadrabas gaditanas a la media docena. «Esta operación se produce cuando hay pesca y cuando el tiempo lo permite y, de momento, hemos realizado tres o cuatro como mucho». Son palabras de la bióloga de la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas en la almadraba Cabo Plata SA de Barbate, Ana Santos.

«De momento, las capturas de atún son menores de lo que ha sido habitual en los últimos años y están muy por debajo de los datos que teníamos por estas mismas fechas el pasado año», asegura.

Las cifras no engañan. En la segunda quincena de abril y lo que va de este mes de mayo las almadrabas gaditanas están lejos de las más de mil capturas efectuadas en 2007, (1.048 unidades en total), algo que preocupa, y mucho, a los responsables de las principales empresas pesqueras gaditanas que dependen del atún rojo para su subsistencia. «En este gremio trabajan más de 600 familias, 400 de ellas de forma directa», recuerdan desde Zahara y Conil, a la par que se muestran confiados en que «los datos al final de la campaña sean mejores».

Y es que las noticias negativas de la pesca del atún mediante almadraba para el sector gaditano no acaban. Se da la circunstancia de que en estos primeros días de campaña las capturas «están disminuyendo en talla y peso en los ejemplares de atún».

Según los expertos, «lo normal por estas fechas es que los atunes que lleguen a la zona sean grandes, con un peso superior a los 230 kilogramos». Sin embargo, por el momento, «la media de capturas de ejemplares se sitúa en los 206 kilos, con atunes que no alcanzan siquiera los 200 kilos», según la propia Santos.

Desde la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas (OPP-51), patronal que aglutina y coordina la labor de las cuatro localidades con este arte calado en sus aguas, se hace un llamamiento a la esperanza, y se fijan posiciones sobre la repercusión que tendrá para la zona pesquera gaditana el establecimiento de cupos por parte de la Unión Europea para los países que faenan el atún, o la campaña puesta en marcha para recuperar la especie y reducir la capturas en toda la cuenca mediterránea.

«A nosotros no nos van a perjudicar unas medidas de este plan de recuperación del atún que ya veníamos cumpliendo de sobra», asegura Juan Luis Picazo, responsable de la almadraba Punta Atalaya de Conil.

De momento, y con el temporal de levante que azota la zona, tanto barcos como tripulaciones permanecen a la espera de que la situación cambie su tendencia de los últimos años, que no es otra que «la reducción paulatina del número de capturas».

Con un precio que oscila entre los 10 y los 12 euros por kilogramos, el atún es una de las especies más demandadas en buena parte de Asia, sobre todo en países como Japón, que recibe el 90% del total de capturas cada temporada. «Habrá que esperar para ver cómo acabamos este año», se insiste desde las almadrabas Cabo Plata de Barbate o Pesquería de Almadraba de Zahara. De momento, las cifras no engañan, y en Barbate se han capturado 115 ejemplares en sólo tres levantadas, por las 270 unidades del pasado año.

En las localidades limítrofes, la situación no es mucho mejor. En Conil van por 92 atunes pescados, por unos 250 el pasado año a estas alturas, mientras que en Tarifa la situación es aún más grave, con 70 capturas frente a las 289 registradas en 2007. Por último, en Zahara apenas se han contabilizado 32 atunes capturados, de unos 190 kilos cada uno de media, frente a los 219 que se trajeron a tierra el pasado año.

Con estos números, al sector sólo le queda reivindicar «la calidad extra que tiene este producto», en un mercado cada día más exigente. Como se suele decir, el enemigo está en casa. Los culpables, en parte, de la bajada de capturas en la última década es la sobreexplotación feroz a la que se lleva años sometiendo al atún en el Mediterráneo, o las capturas incontroladas que ejercen en esa zona los barcos cerqueros, que impiden que la especie se reproduzca y su número de unidades crezca y se consolide. Tras la toma de medidas de la UE para frenar esta situación y proteger la tradición, los profesionales del sector almadrabero piden ahora medidas compensatorias para paliar las dificultades que ellos tendrían, llegado el caso, en una hipotética reconversión.