Fontana, tú sí que vales
Hace muchos años nos quedábamos boquiabiertos cuando, en el Estadio Domecq, un joven argentino nos daba clases en el campo de lo que debería ser y es, el fútbol que todos deseamos. Goles de falta, manejo del balón, coraje, empuje, amor a este maravilloso deporte que es el fútbol y sobre todo personalidad.
Actualizado:Una vez más Jerez tuvo la suerte de poder tener, de poder ver a magos del balón que, por no sé que suerte, recayeron en nuestra ciudad y sembraron historia de verdad profesional. Historias calladas de muchos corazones, de muchos deseos que a pesar de los años sigue siendo un manantial inacabable, un grifo constante que riega cada año futbolero de la ilusión de haber conseguido el objetivo.
Y es que Carlos Fontana, ha vuelto demostrar quién es y porqué fue lo que fue. Por tercer año consecutivo y superando retos (no olvidemos que coge a un Jerez Industrial destrozado) consigue levantar el mayor de los trofeos que un club puede alzar a su afición. Un trofeo que se llama superación, creer en uno mismo, salir convencidos en poder salvar murallas infraqueables, elongar los brazos a una afición sufridora, para recabar el aplauso y el grito campeón. Pero además, y así lo he podido constatar estos últimos partidos, no a base de corazón únicamente, sino a base de saberse valedor y estar bien plantados en el campo de la Juventud, de ser dirigidos por esa varita mágica con estrella argentina que coloca y recoloca mil veces en los noventas minutos e esos hombres hambrientos de victoria, que le da a cada uno su sitio y todos a una, adelantan la defensa o acosan al rival, y al final que aprenden que.... el fútbol es algo más que correr o jugar tras una pelota. Enhorabuena.
Muchos aprendemos de tu trabajo y amor al fútbol. Espero que algún día te den la oportunidad que te mereces de entrenar a un equipo grande porque ganaremos todos los que nos gusta el fútbol y por supuesto toda nuestra ciudad. ¿Fontana campeón, Tú sí que vales!