De la Vega lleva al Congreso el nuevo proyecto de reforma constitucional
La vicepresidenta primera presentará ayer en el Congreso el proyecto de reforma constitucional del Gobierno. Será la segunda vez que María Teresa Fernández de la Vega pone sobre la mesa esta iniciativa, lo hizo la legislatura pasada y fracasó por la falta de acuerdo con el PP. En esta ocasión propone una reforma más limitada. El partido opositor se muestra ahora dispuesto a llegar a un consenso, pero exige una propuesta concreta del Ejecutivo y no vaguedades.
Actualizado: GuardarLa de Fernández de la Vega será la primera comparecencia parlamentaria en esta legislatura de un miembro del Ejecutivo y se sustanciará en la comisión constitucional. La portavoz gubernamental acude a la Cámara a desgranar los objetivos de la Vicepresidencia Primera y del Ministerio de la Presidencia, y entre ellos figura la modificación limitada del texto constitucional. José Luis Rodríguez Zapatero propuso en la pasada legislatura cuatro cambios: la reforma del Senado, igualdad de sexos en la sucesión a la Corona, enumeración de los nombres de las autonomías y un reconocimiento a la Constitución europea. En esta ocasión, limitará la reforma a los dos primeros capítulos.
Fuentes gubernamentales señalaron que «la voluntad» del Ejecutivo es «seguir adelante» con las modificaciones constitucionales, pero subrayaron que «todo dependerá de la voluntad de consenso» del resto de partidos, en especial del PP. «Nosotros -agregaron las fuentes consultadas- estamos dispuestos a pactar». La Moncloa no descarta tampoco introducir nuevos cambios a propuesta de otras fuerzas si reúnen el acuerdo suficiente. La reforma constitucional es un empeño de Rodríguez Zapatero, quien para allanar dificultades ha acotado las modificaciones a dos.
La supresión de la referencia al tratado europeo parece obvia una vez que este proyecto ha embarrancado en varios países socios de la Unión. La eliminación de las denominaciones de las autonomías busca a su vez disipar las reticencias de algunas fuerzas nacionalistas con aspiraciones a rediseñar el mapa autonómico.
Se ha conservado la abolición de la discriminación femenina en la línea sucesoria al trono porque concita el consenso, y se mantiene la reforma de la Cámara Alta porque es una prioridad para casi todas las formaciones políticas. Mariano Rajoy mostró ayer su disponibilidad a llegar a un acuerdo, aunque reclamó «saber exactamente de qué se trata» la reforma constitucional que propone el Gobierno.