
Malas vecindades
La policía recupera en La Rioja 700 piezas de arte precolombino procedentes de yacimientos expoliados en Sudamérica y detiene a la pareja que las adquirió, de la que sus vecinos sospechaban
Actualizado: GuardarEFECTIVOS de la Policía Nacional han recuperado en dos viviendas de La Rioja, una ubicada en Logroño y la segunda en la localidad de Jubera, más de 700 piezas arqueológicas precolombinas de incalculable valor, después de detener a una pareja que se dedicaba al comercio ilícito internacional de bienes culturales procedentes del expolio. El hombre, que procede del municipio riojano de Ventas Blancas, y la mujer, colombiana, se desplazaban a los países sudamericanos origen del saqueo -sobre todo Ecuador, Perú y Colombia-, donde adquirían todo tipo de objetos de importante valor arqueológico que luego vendían en países europeos, especialmente en salas de subastas de Francia, donde tenían prevista una exposición y venta para este mismo mes.
Los investigadores, informó ayer el Ministerio del Interior, han intervenido a los arrestados decenas de máscaras, pendientes, colgantes y figuras de oro, así como una treintena de telas precolombinas y restos de cerámica y piedra con diferentes representaciones antropomorfas, de animales, eróticas o de rituales, extraordinariamente trabajadas y coloreadas. Además, se han incautado mazas de guerra, arcos y utensilios de estas culturas milenarias procedentes todas ellas del expolio de yacimientos.
«No es el prototipo de vivienda para residir en ella y, desde luego, ni que decir tiene que ha levantado las sospechas de todo el vecindario. Siempre hemos pensado que ahí podía esconderse algo raro, como drogas o cultivos de marihuana, pero nunca habíamos imaginado que podría albergar piezas de arte», agrega otra mujer.
Luis Ángel, que regentó hace años un pub en la calle San Millán de Logroño, posee además en la capital riojana una tercera vivienda en la calle Cabo Noval. En el registro de este piso los agentes encontraron muchas de las piezas ahora recuperadas.
En la 'operación Chavin', que así es como se denomina, han participado miembros de la Brigada de Patrimonio Histórico, en colaboración con la Brigada Provincial de Policía Judicial de Logroño, el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría del Aeropuerto de Barajas y el GOA, además de los Servicios de Interpol.
Vigilados
Las investigaciones desarrolladas por la Brigada de Patrimonio Histórico ponen de manifiesto que Luis Ángel M. S. y su compañera, Albenis O.A., se dedicaban desde hace varios años al comercio ilícito de objetos procedentes del expolio y saqueo de yacimientos en países sudamericanos.
Las mismas fuentes han señalado que ambos habían viajado a Bogotá con la intención de obtener piezas precolombinas recientemente expoliadas en yacimientos de Perú y Ecuador, donde habían acordado precios de antemano, forma de pago y calidad de las piezas, algunas de ellas de oro. La pareja regresó a España el 30 de abril con su ilícita mercancía.
La pareja ahora detenida llegó al aeropuerto de Barajas con cuatro maletas facturadas en Bogotá, cuyo peso superaba los 65 kilogramos. Ambos se dirigieron a Logroño, donde dejaron el equipaje en el garaje del domicilio familiar, y luego se trasladaron a otra vivienda ubicada en Jubera, también en La Rioja, momento en el que fueron identificados y detenidos por los agentes. Entre los dos registros se han intervenido centenares de piezas de incalculable valor, junto a una torre de ordenador y abundante documentación acreditativa de los movimientos de los dos detenidos por diferentes países sudamericanos, así como otros documentos que atestiguan la venta de piezas arqueológicas en diferentes países europeos, principalmente en salas de subastas de Francia.En una de estas salas tenían actualmente piezas depositadas para su exposición y venta este mismo mes de mayo.
En este sentido, el jefe del grupo operativo de la Brigada de Patrimonio Histórico, Tomás Antón, explicó que entre la documentación intervenida hay muchas facturas de subastas en salas «perfectamente legales, reconocidas y establecidas todas ellas en Francia» y debe averiguarse por qué «salas de prestigio subastan estas piezas sin ningún tipo de control».
Los objetos intervenidos se trasladarán al Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid para su análisis y estudio, a la espera de que sean reclamadas por las autoridades de los respectivos países.