La sombra de Pep Guardiola sobrevuela el clásico del pasillo
El eufórico Real Madrid recibe el homenaje de un Barcelona en derribo Eto'o y Deco, las grandes ausencias azulgrana para la gran cita del Bernabéu
Actualizado: GuardarÉxtasis blanco frente a depresión azulgrana. Presente y futuro dorado de Schuster frente al fin de ciclo que personifica Rijkaard. Con la sombra de Pep Guardiola sobrevolando el banquillo catalán, el madridismo festejará este miércoles al calor del Bernabéu su 31ª Liga precisamente ante su archirival, obligado a homenajear al campeón con el tradicional pasillo del que presumiblemente se borraron Eto'o y Deco.
Será un duelo de contrastes, con más focos en los prolegómenos que en el partido en sí. «Está claro que como culé no estoy contento y no me gusta, pero como deportistas tenemos que reconocer al justo campeón», reconocía Puyol, el capitán dispuesto a dar la cara a las duras y a las maduras. Nada que ver el ambiente que se vivirá este miércoles en Chamartín con lo que ocurrió hace dos temporadas, cuando el Barça se impuso 0-3 y el público local acabó rendido a Ronaldinho.
De aquel Barça trionfant que encadenó dos Ligas y una Champions apenas queda el rastro de los nombres, en tanto que ese Madrid galáctico e individualista que abanderaban Zidane, Ronaldo y Beckham, con el brasileño Luxemburgo como director de orquesta, se ha transformado en un equipo con hambre de títulos y bastante alejado de la fama aunque disfrute de la pasarela Cibeles. Laporta era entonces un héroe y Florentino Pérez vivía sus últimos días en la poltrona merengue.
Capotes
Mientras en la capital catalana el partido ha pasado a un segundo plano tras la revelación del nombre del próximo entrenador culé, en el entorno del Real Madrid no se para de hablar del obligado homenaje que deberá rendirle su máximo rival. Y de si Raúl se atreverá o no a sacar al capote.
El Barça viajó a Madrid con la confirmación del relevo de Rijkaard en el bolsillo. La rueda de prensa previa al duelo ante los blancos giró por activa y por pasiva sobre el ascenso de Guardiola como técnico del primer equipo. El técnico holandés esquivó el percal toreando con dignidad. Lo mismo hizo al ser cuestionado por la forma en la que Deco y Eto'o se quitaron de en medio tras forzar su quinta tarjeta amarilla ante el Valencia.
Otra vez les echó un manita a sus jugadores cuando el pasado domingo les había desmentido. El holandés se marchará el 30 de junio por la puerta de atrás sin perder ni un pelo de la grandeza que tantos han venerado durante sus cinco temporadas en el banquillo azulgrana.
Su recambio está enfrascado con el filial. Guardiola compaginará su cargo como técnico de un equipo que aspira al ascenso a Segunda B con la planificación de la próxima temporada. Todo ello sin que la directiva, que confirmará su apuesta mañana, tenga intención de hacerlo oficial hasta el final de la Liga.
Para concluir su triste paso por este campeonato casero tendrán que rendirle pleitesía a su máximo rival con el consabido pasillo. Lo harán jugadores como Valdés, Xavi, Messi, el citado Puyol o el emergente Bojan, para los que supondrá un momento difícil de digerir. Otros lo vivirán con mayor indiferencia. La misma que han tenido durante todo el año.
Pasado ese instante deberán ponerse manos a la obra para sacar un resultado positivo del Santiago Bernabéu. Pretenden salvar su orgullo, su dignidad, reivindicarse y decir alto y claro que siguen aspirando a la segunda plaza que ahora ocupa el Villarreal con cuatro puntos de ventaja.
En los extasiados locales poco importaba si prosperaba el recurso para quitarle una amarilla a Cannavaro, si Guti se recuperaba a tiempo, si Higuaín se había ganado la titularidad con su gol en Pamplona o si la baja de Heinze impedía a Schuster repetir la zaga que calificó como la mejor de Europa tras exhibirse en el Camp Nou. Allí, la víspera de Nochebuena, el Madrid dio la primera estocada de campeonato con un gol de Baptista. Una vuelta después, celebra su segundo alirón consecutivo en una jornada de comparaciones.