El socavón deja a los vecinos de Pasquín sin fecha de regreso a sus hogares
Los técnicos del Ayuntamiento consideran que, al ser viviendas que colindan con el muro desplomado en la calle Sagasta, es «necesario intervenir en el interior» de la finca El resto de residentes desalojados volverían «esta semana» a sus casas
Actualizado:Los residentes de Pasquín, 7 D (el inmueble más cercano al muro medianero que se derrumbó el pasado lunes en la calle Sagasta, 96-98 debido a unas obras privadas de rehabilitación de viviendas) tendrán que esperar varias semanas para regresar a sus hogares porque hace falta intervenir en el interior de sus viviendas, según anunció ayer el Ayuntamiento. «Ellos no tienen plazo. Esta mañana vino el perito para revisar las viviendas», cuenta María del Carmen Valverde, residente de Pasquín, número 17.
Algo más de suerte han tenido el resto de afectados que han sido realojados en el hotel Las Cortes. De tres a cuatro días. Ese es el plazo que ha dado el Ayuntamiento a los residentes de Sagasta 100 y Pasquí, 9 para que puedan volver a sus casas.
Parte de las viviendas de las fincas colindantes a las obras, en el número 100 de Sagasta y 9 y 7 de Pasquín, han sido precintadas por cuestión de seguridad hasta que se ejecuten los trabajos de seguridad consistentes en el hormigonado en masa del socavón para su afianzamiento creando una base para evitar su desprendimiento. «Nosotros estamos alojados en el hotel Las Cortes de Cádiz, en la calle San Francisco», aclara Ramiro Rey García, el vecino del bajo de Sagasta 100. Un inmueble que ha sido precintado íntegramente por su lado izquierdo. Sin embargo, el miedo se ha apoderado de la comunidad y algunos residentes que cuentan con el permiso para seguir viviendo en sus hogares tampoco quieren volver a la finca hasta que no les den «más garantías». «Hemos preferido pasar la noche en un hotel. No pienso quedarme a dormir en mi casa porque me da miedo. Media finca está precintada y si pasa algo, quien me asegura a mi que no ocurrirá nada», dice indignada María del Carmen Palacios.
En esa misma sintonía se muestra Rosa Terrón, del 1º C. «Mis hijos son pequeños y tienen miedo a volver a casa por eso nos hemos ido a un hotel. Esto se veía venir desde hace tiempo denunciamos la situación porque al barrer las escaleras siempre observaba cómo las grietas cada vez eran más grandes», matiza.
Otros, como María Sánchez, se muestran más tranquilos a pesar de que reconozcan que la noche fue un tanto movida porque «las máquinas estuvieron trabajando para tapar el socavón hasta bien entrada la noche». Y agrega: «Pase lo que pase no pienso moverme de aquí, pues esta es mi casa. Aquí nací hace 75 años y aquí pienso morirme».
Soledad García, la vecina del Bajo Izquierda de 74 años de edad, también ha sido realojada en el hotel Las Cortes. «Nos han dicho que en esta semana volveremos a nuestras casas».
El inmueble de la calle Sagasta, número 100, dará de 1.896 y en é vivió Celestino Mutis, como dicta una placa a la entrada.
Toñi Romanones, la vecina del 2 A de Pasquín, 9, valora el trato recibido por parte del Consistorio. «Nos han alojado en el hotel Las Cortes, una pensión que incluye desayuno, comida, merienda y cena. Además, tenemos facilidades para regresar a nuestros hogares cuando queramos con el fin de coger ropa u objetos personales», detalla.
El promotor, Promociones Eritea, se ha comprometido a hacerse cargo de los realojos y rehabilitar los desperfectos de las fincas afectadas. De momento ya ha tapado el socavón que apareció el pasado lunes y que activó la alarma en el barrio.
Sin daños estructurales
Por su parte, el Ayuntamiento ya ha adelantado que «no existen daños en la estructura de estas fincas colindantes», luego que un perito realizase la pertinente inspección técnica ayer.
Asimismo, el Consistorio ha confirmado que desde el área de Servicios Sociales de la calle Zaragoza se han atendido a 33 personas. Todas ellas alojadas en hoteles de la ciudad.
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