«El Camino es duro, aunque algunos piensen que venimos a divertirnos»

Manuel Montaño, natural de Sevilla, es el hermano mayor de la Hermandad de El Rocío de Cádiz. Lleva poco menos de un año ostentando este cargo y, desde entonces, no ha dejado de trabajar por su corporación.

-Este es su primer año como hermano mayor, ¿se vive El Rocío de manera diferente?

-Sin duda, es una experiencia diferente ir como un romero más que ser el que debe dirigir la caravana de los más de 300 romeros gaditanos. Son muchas hora de trabajo y de sacrificio, pero merece la pena.

-¿Los nervios no dejan descansar?

-Poco, la verdad, porque la inquietud porque todo salga bien en constante, pero la ilusión nunca falta.

-¿Surgen muchos problemas durante la preparación?

-Precisamente ha surgido uno hace tres días. Después de recibir la confirmación de que nos permitían todas las matrículas para que en paso por el Coto de Doñana, finalmente sólo nos han permitido 40, pero lucharemos, con la ayuda de todas las hermandades, para que pasen todos los coches.

-¿Qué tiene el Camino de especial?

-El Camino es duro, aunque algunos piensen que nosotros venimos sólo a divertirnos. Hay momentos muy íntimos que, para el rociero, son muy especiales. Ahí es donde se encuentra el verdadero espíritu del Rocío.