Vuelve la reina

En la iconografía del rock ocupa su lugar la melena leonina de Tina y el frenesí algo tosco con el que movía sus musculosas, brillantes y tersas piernas. Que movía y que, a sus casi 69 años, aún es capaz de mover. No hay más que remontarse a febrero pasado y recordar el impacto que causó en la última ceremonia de los Grammy su interpretación del clásico Proud Mary junto a su dignísima heredera Beyoncé, la única souldiva actual con un muslamen comparable al de la Turner de los setenta y los ochenta.

Aquella aparición de la veterana cantante y actriz de Tennessee fue interpretada como la confirmación definitiva de que Tina preparaba su vuelta a los escenarios después de ocho años. La revista Billboard ha anunciado que el 1 de octubre arrancará en Kansas City la gira de retorno, The Best, que discurrirá por cerca de cuarenta ciudades norteamericanas. Según cómo discurran las cosas -en términos artísticos, físicos y comerciales- el tour podría saltar posteriormente a Europa y otras partes de mundo.

Programa de televisión

La propia Tina va a confirmarlo oficialmente el jueves en el programa de Ophra Winfrey, reina de la televisión estadounidense que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en algo parecido a su confesora. En octubre Turner escogió su show de audiencia millonaria para anunciar que su «amiga» Sofia Loren le había convencido para que volviera.

Y hace un par de años la propia Winfrey ofició de maestra de ceremonias en un concierto homenaje en Washington en el que participaron, entre otras estrellas, Queen Latifah, la propia Beyoncé y el mito del soul sureño Al Green, cuyo clásico Let's Stay Together versioneó con éxito Tina en 1983.

La incombustible artista se despidió del circo del pop en el año 2000 después de completar una gira mundial con su último disco de estudio, Twenty Four Seven, con la que recaudó cerca de 90 millones de euros, lo que su momento supuso un record para una artista femenina, sólo superado por Madonna en 2006 con su Confessions tour. Con semejante antecedente, no habría que descartar la variante económica en su retorno, aunque la en su día llamada Reina de rock and roll disfruta de su posición económica más que desahogada gracias a unas ventas acumuladas de cerca de 180 millones de discos y a su residencia en el paraíso fiscal suizo.

Un momento propicio

En todo caso, la vuelta de Tina a la arena se produce en un momento propicio. Por un lado, la mayoría de las giras de los dinosaurios de rock están resultando un buen negocio que rentabiliza la nostalgia Y, por otro, el éxito de Joss Stone, Amy Winehouse y demás cantantes en su estela ha creado el caldo cultivo para la aceptación del soul por audiencias pop. No debe sorprender, pues, que un productor con tanto olfato como Guy Chambers (el hombre detrás de muchos hits de Robbie Williams) anunciara hace año y medio que su próximo proyecto sería un disco de estudio con Tina Turner. De ese disco aún no se ha sabe nada, pero se supone que debería estar preparado para la gira. Aunque, atendiendo a su título de The Best (Lo mejor), no sería indispensable.

La Reina tuvo el buen gusto de no aprovechar para saltar al candelero con la muerte en diciembre pasado de Ike Turner, marido déspota y maltratador con el que registró las inmortales Proud Mary y River Deep Mountain High y del que se emancipó a mediados de los setenta para iniciar una exitosa carrera en solitario como volcánica cantante de R&B, rock de FM y pop de baile.

Tina ha escogido contadas apariciones en directo y colaboraciones para recordar que aún es una artista en activo y no solo una leyenda del Hall of Fame de rock. Cantó en 2007 en Londres en un concierto a beneficio de la infancia y participó en losúltimos discos del guitarrista Carlos Santana y del pianista de jazz Herbie Hanckock.