El presidente del grupo confía en encontrar un comprador europeo
Una reflexión de cara al futuro tras los efectos de la OCM. Eso es lo que se ha propuesto a los accionistas, tal como admitió ayer el presidente de Ebro Puleva, Antonio Hernández, que recordaba que el grupo ha tenido que renunciar a unas 363.000 toneladas de remolacha, casi la mitad de su producción.
Actualizado: GuardarHernández no aportó ayer demasiados datos en torno a la operación, y recalcó que el importe de la posible venta de la división azucarera «no se puede saber hasta que se pone en el mercado». Eso sí, se apresuró en negar que hayan recibido ya alguna oferta formal.
También dejó claro que «se trata de un negocio sano, que genera Ebitda y puede ser interesante para alguien ya instalado en el sector». «Probablemente habrá un consolidador europeo a quien le resulte muy atractivo», llegó a decir. Fuentes bursálites barajaban ayer nombres de grandes grupos como la alemana Suezucker, las británicas Tate y British Food, la danesa Danisco, la holandesa CSM y la irlandesa Greencore.