ANTONIA. Lleva desde el jueves en huelga de hambre en la gasolinera donde mataron a su hijo. / J. C. C.
Jerez

Campsa Red accede a indemnizar a la familia Holgado pero con condiciones

Quiere mantener las cláusulas de obligado cumplimiento para los hijos Un representante de la compañía se desplazará a Jerez para negociar

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Antonia Castro cumplió ayer su quinto día de huelga de hambre en la gasolinera de Martín Ferrador donde asesinaron a su hijo hace ya doce años y medio. Y su protesta parece que empieza a dar sus frutos. Ayer, un representante sindical de ámbito autonómico ejerció de mediador entre ella y Campsa Red y logró un primer acercamiento de posturas.

Cabe recordar que Antonia reclama que la petrolera indemnice a su familia por lo sucedido con su hijo Juan Holgado, ya que considera que la gasolinera no disponía el día del asesinato de unas mínimas condiciones de seguridad que, de haber existido, «podrían haber evitado» el crimen. Años atrás llegó a redactarse el borrador de un acuerdo, en el cual Campsa Red accedía a indemnizar a la familia Holgado, pero incluía una serie de cláusulas que no eran aceptables para ellos y por eso se negaron.

Desde entonces, la compañía no volvió a mover ficha. Pero Antonia no se quedó quieta. Viajó en repetidas ocasiones a Madrid para tratar de reunirse con responsables de Campsa Red y lograr que excluyesen del documento la cláusulas que obligaban a sus hijos a cumplir una serie de condiciones y a asumir unas responsabilidades en caso de que Antonia y su marido Francisco Holgado no lo hiciesen. Fueron intentos inútiles, porque nunca la atendieron, según ella misma asegura. También buscó la mediación de representantes sindicales de Jerez. Tampoco lo consiguió, dice.

Cansada ya de esperar y de llamar a puertas, la madre de Juan Holgado decidió el pasado jueves plantarse en la gasolinera en la que asesinaron a su hijo e iniciar allí mismo una huelga de hambre, justo después de que supiese que Campsa Red no tenía intención de atender sus reivindicaciones.

Su acción ha tenido un considerable eco en diferentes medios de comunicación, incluidos programas de máxima audiencia y de difusión nacional. Ella sospecha que eso es lo que ha provocado que Campsa Red haya reaccionado. Ayer mismo hizo se lo hizo saber a la propia Antonia a través de un representante de UGT en Sevilla. El mensaje vino a ser que la petrolera accedía a indemnizar a la familia Holgado con 108.000 euros (18 millones de las antiguas pesetas). Lo hace, sin embargo, con una gran condición previa: mantener las cláusulas que hacen referencia a los hijos de Antonia y Francisco.

La madre del joven jerezano asesinado respondió, también a través del mismo interlocutor sindical, que insiste en que se supriman las cláusulas en cuestión. Y exige, además, que sean los representantes de Campsa Red los que se desplacen a Jerez a negociar con ella. «Yo no me muevo ni dejo la huelga de hambre hasta que esté todo bien cerrado, así que si quieren algo, que sean ellos los que vengan aquí, porque yo ya no me fío de nadie, y menos de esta gente», afirma.

En principio, la compañía acepta sentarse a negociar y en las próximas horas podría enviar a un representante a Jerez para sentarse con la familia Holgado. De antemano, las partes afrontarían la cita firmes en sus posturas. Antonia Castro tiene claro, además, que mantendrá su protesta -huelga de hambre incluida- hasta que no se firme un acuerdo. Y aprovecha para recordar que también sigue reclamando justicia en el asunto del asesinato de su hijo, que sigue sin culpables después de doce años y medio. «Continuaré en esa lucha pase lo que pase», asegura.