EL PUERTO

Una cadena de supermercados debe indemnizar a una familia por exceso de ruidos

El juzgado nº 5 de El Puerto acaba de pronunciarse a favor de la demanda presentada por una familia contra Mercadona por contaminación acústica generada en el supermercado que tiene la firma en La Florida. Así, la empresa ha sido condenada a indemnizar a los afectados con 9.000 euros, en concepto de daños y perjuicios, y a la inutilización definitiva de un montacarga, que ha sido identificado como el elemento que pudo provocar los ruidos.

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Si bien la sentencia dictada por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción sólo estima parcialmente las reclamaciones efectuadas por los demandantes y fija una cuantía económica muy inferior a las pretensiones iniciales de los perjudicados, que establecieron en 70.000 euros los costes por daños morales. Además, en el fallo judicial se hace constar que las medidas de insonorización adoptadas en su día por la empresa «son suficientes».

Los afectados son un matrimonio y su hijo, los cuales residen en una de las viviendas que está encima del supermercado. En julio de 2007 presentaron la demanda, alegando que todos los intentos por solucionar el problema de manera amistosa con Mercadona no habían fructificado. También alegaban que los ruidos que generaba el establecimiento habían provocado ansiedad en la madre, la cual recibe tratamiento médico.

A lo largo del procedimiento judicial se elaboraron cuatro informes acústicos diferentes que fueron encargados de manera independiente por la empresa y por los afectados. Aunque el estudio sobre el que se ha basado el juez para tomar una decisión fue elaborado, como prueba pericial, por una firma pública de la Junta (Egmasa).

Los resultados que ofreció este último perito indicaban que los niveles de emisiones acústicas que salían del local comercial estaban dentro de los límites que marca la ley; si bien no pudo medir el ruido que generaba uno de los dos montacargas porque estaba inutilizado cuando hizo la visita.

El juez considera que Mercadona, tras abrir las puertas de su supermercado y recibir numerosas quejas por contaminación acústica, realizó una serie de obras de insonorización óptimas, aunque obliga a la empresa a inutilizar de manera definitiva el montacargas que no fue inspeccionado, en el plazo de 20 días.

Fuentes de la firma demandado destacaron que «siempre mantienen cauces abiertos de diálogo con los vecinos. Por eso, antes de que se presentara la demanda se habían acometido las obras de insonorización y el montacargas lleva parado desde hace meses». Sobre la posibilidad de que ese elemento vuelva a entrar en funcionamiento lo descartaron por completo.

La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial. Las mismas fuentes señalaron que aún no se ha tomado una decisión al respecto.