Chiste malo
Con tantos medios de comunicación como existen en la actualidad, resulta muy difícil innovar para atraer al cliente. Diferenciarse de la otra cadena, o incluso de las páginas web que todo lo ofrecen y de los periódicos que se las ingenian para atraer al lector, es cada día más complicado.
Actualizado:El interés por lo novedoso es un arma de doble filo; a veces, incluso un bumerán que se da la vuelta a toda velocidad para golpear al que lo ha lanzado. En el informativo de Canal Sur La noche al día quisieron hacer un juego de palabras a propósito de la llegada de la antorcha olímpica a Australia. Sobreimpresionado en la pantalla se pudo leer Can-guerra para aludir a la capital del citado país. Un mal chiste impropio de una cadena seria. El mismo día, la suerte abandonó a los responsables de la sección de deportes del referido programa, porque informaron de la etapa de la jornada del Rally Centroeuropeo sin hacer la más mínima referencia al espectacular accidente del sudafricano Giniel de Villiers.
Pudimos ver fugazmente las imágenes, pero sin acompañamiento hablado del percance ni, por supuesto, del estado del piloto, cuyo vehículo voló por los aires sin que, afortunadamente, hubiera que lamentar lesiones importantes para el compañero de equipo de Carlos Sainz y su copiloto. Pero cuando vienen mal dadas nadie es capaz de parar los desatinos.
El siguiente fue en la información referida al jugador de baloncesto Navarro, ahora en la NBA tras su paso por el Barcelona. De vacaciones en España al quedar eliminado su equipo, el Memphis Grizzlies, el espacio de la cadena autonómica ofreció unas imágenes de la llegada del deportista al lugar donde ofreció una rueda de prensa. Pudimos verlo saludar a todos los presentes, pero apenas nos dio tiempo a oírlo, ya que, cuando por fin apareció él solo ante las cámaras, únicamente nos dejaron esta frase incompleta: «Creo que la temporada ha sido...».
Hay días que no está uno p'a ná. En la sección de deportes de La noche al día malgastaron preciosos minutos -con lo caros que son en televisión- y le escatimaron lo básico al televidente, pero les dedicaron bastante tiempo a las carreras de toros en Pakistán, un espectáculo que no tiene nada que ver con el deporte.
Menos mal que en la medianoche baja la audiencia, que si no el ridículo habría sido de órdago.