Triunfo por siete votos
Cada voto cuenta. Florida lo aprendió hace ocho años, donde 537 personas pudieron haber evitado que George W. Bush fuera presidente, pero en Guam lo tienen aún más claro desde ayer: siete votos dieron la victoria a Barack Obama.
Actualizado:Un triunfo simbólico, eso sí, porque en cuanto a delegados, que al final es lo único que cuenta, los dos candidatos se han repartido ecuánimemente los ocho que tiene esta isla del Pacífico, que fue española hasta el siglo XIX. Además, sus delegados sólo tienen medio voto, por lo que el marcador de cada uno apenas ha subido en dos.
Las urnas se trasladaron a mano hasta las oficinas centrales y el recuento electoral duró toda la noche, para asegurarse de que no había errores. Al final, 2.264 votos para Obama y 2.257 para Hillary Clinton.Ninguno de los dos había visitado la isla de 173.000 habitantes, pero ambos habían concedido entrevistas a las principales televisiones y periódicos. Una atención inusitada en la mayor isla de las Micronesia.
Se trata de un triunfo moral para Obama, muy necesitado de ello en este momento. Otros lo han considerado una victoria sin brillo, ya que el candidato nacido en Hawai debía despertar por su origen más simpatías entre otros habitantes del Pacífico.