Partidarios de Morales torpedean el referéndum autonómico de Santa Cruz
Con enfrentamientos a golpes entre partidarios del Gobierno de Evo Morales y opositores, que dejaron al menos una veintena de heridos, se desarrolló ayer el referéndum autonómico impulsado por el gobernador de la rica provincia boliviana de Santa Cruz y organizaciones cívicas. El Ejecutivo, que además de tacharlo de ilegal, inconstitucional y separatista, lo considera un mero sondeo, llamó a boicotearlo. Sin embargo, las encuestas consideran que el «sí» se impondrá por un 71%.
Actualizado: GuardarLas movilizaciones a favor y en contra de la consulta comenzaron de madrugada. Los principales problemas -quema de urnas, bloqueos de carreteras y enfrentamientos con palos y piedras- se centralizaron en las poblaciones que apoyan al líder aimara: las rurales de Yapacaní, San Julián y en el barrio Plan Tres Mil de Santa Cruz de la Sierra, la capital de la provincia que, con Tarija, Beni y Pando, integran la llamada media luna oriental.
La reacción entre los autonomistas fue casi instantánea: unos cincuenta jóvenes de la derechista Unión Juvenil Cruceñista -un grupo de choque, según el Gobierno- gritando consignas a favor de la autogestión comenzaron a «recorrer los locales de votación», como explicó David Cejas, uno de sus líderes, y recuperaron algunos de los colegios. Pero el saldo fue de 18 personas -una muy grave- con heridas cortopunzantes, según confirmó el ministro Alfredo Rada. En el centro de la capital de la región de 2,6 millones de habitantes -de los que 935.000 tienen derecho a voto-, imperó la normalidad.
Concentración
Además, los cabildos populares convocaron concentraciones en los bastiones de Morales en el país, como en la populosa ciudad de El Alto, vecina a La Paz, Cochabamba -reducto de los cultivadores de coca que lidera el mandatario- y Oruro, ambas al oeste, más andino, indígena y pobre que la región oriental.
En el Alto, Eugenio Rojas, líder los Ponchos rojos -grupo de indios aimaras radicales y leales a Morales-, pidió a los «hermanos de las provincias» de Santa Cruz quemar y destruir urnas «en todos los lugares donde sea posible». Además, arengó a que los líderes autonomistas «se vayan fuera de Bolivia a formar otra república».
El portavoz presidencial, Iván Canelas, señaló que el Ejecutivo tenía informes de que la consulta había comenzado «teñida de violencia» y llamó a la calma. Al mismo tiempo, aseguró que los participantes estaban demostrando que quieren «una Bolivia unida».