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Morirán con las botas puestas

Muchos son los nombres de políticos que han dejado su particular sello en la historia del Consistorio jerezano y que en la actualidad hacen su vida alejados de la sala de Plenos

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El que nace siendo político, se muere siendo un político. Esa es la conclusión que uno puede llegar a tener tras escuchar a ocho ex concelajes del Ayuntamiento jerezano y a una ex parlamentaria andaluza hablar sobre sus vidas después haber dedicado años a este complejo mundo. Ellos decidieron que esa profesión era la mejor forma de encontrar su sitio, estaban convencidos de que a través de ella podían ayudar a los demás y muchos siguen confiando en la política para trasformar la realidad que les rodea, a pesar de que se encuentren sumergidos en otros menesteres alejados (sólo físicamente) de la sala de Plenos o del Parlamento.

«Retirarte es muy difícil. El gusanillo está ahí, te interesas por todo lo que pasa, te mantienes informada y, en mi caso, participo en tertulias y colaboro con algunos medios de comunicación. Nunca me ha gustado ver los toros desde la barrera», aseguraba a este medio Antonia Asencio, antigua concejala del Partido Socialista de Andalucía (PSA) y ex delegada de Hacienda en la anterior legislatura.

Un sentimiento muy común en todos ellos, incluso entre los que como Aurelia Romero, ex concejala por el Partido Popular y antigua delegada de Bienestar Social, tienen claro que no volverán a dedicarse a una profesión «dura y absorvente». Y es que, aunque para la mayoría de los ciudadanos ser político suele estar acompañado de una vida llena de comodidades, aquellos que en un momento determinados de sus vidas tuvieron en sus manos el control de la ciudad dejan bastante claro que no es oro todo lo que reluce.

Muchos de los que ahora se mantienen fuera de la batalla por el poder están recuperando sus vidas en el punto donde las dejaron el día que decidieron afiliarse a unas siglas concretas y correr el riesgo de defenderlas a capa y espada. Así, «ahora tengo más tiempo para los míos. Disfrutas de un horario laboral que antes era muy irregular, puedes hacer planes los fines de semana y sabes que en época de elecciones no tendrás tanta presión», insisten.

Ver la realidad a pie de calle, sin pensar en las responsabilidades que conlleva el cargo, hace que «uno sea mucho más crítico», hasta el punto de que «me siento a veces culpable de no haber podido cambiar algunas cosas. En mi caso, tengo claro que me equivoqué de partido y que la política está llena de mentira y engaños. Hay que ser honesto con el pueblo, no prometer cosas que uno sabe que no podrá darles y escuchar, siempre, escuchar», aseveraba Regla Álvarez, antigua representante de los populares en la corporación municipal.

Esa tal vez sea también la clave para otro de los históricos del PSA, Antonio Sánchez, quien fuera en su última etapa activa delegado de Educación, Planes Especiales y Voluntariado, ya que su retiro, además de aportarle tranquilidad, le ha hecho ver «cómo la ciudad se ha paralizado. El paro está aumentando y el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que tanta falta hace, no acaba de ponerse en marcha. Además, el actual Gobierno local se encarga de mirar más por lo que beneficia a su propio partido que a sus ciudadanos y eso nunca es bueno. Todo ello sin olvidar que hay actualmente técnicos municipales que prácticamente no pueden hacer nada porque se les ha apartado».

Unas críticas que con total seguridad serían más duras en boca del ex alcalde de la ciudad, Pedro Pacheco, que prefiere mantenerse, de momento, al margen de la vida pública. Sin lugar a dudas, la historia de Jerez y su nombre se vinculan de forma inmediata, para bien o para mal. Tanto su llegada a la Casa Consistorial como su salida no dejaron indiferente a nadie y aún hay muchos que aguardan a que Pacheco resurja de sus cenizas, con cierta nostalgia.

Miguel Cabeza, ex delegado de Desarrollo Rural y militante socialista, pasa esta etapa de su vida preocupado por lo que rodea a la gran crisis que afecta a la construcción. Defiende que el Ayuntamiento hace lo que puede para amortiguar este duro golpe y reconoce que lo que ha ganado tras su marcha es especialmente «tranquilidad. Intento desconectar en la medida de lo posible de todo lo que pasa, eso sí, siempre me mantengo informado».

Algo que también hacen Rafael Verdú (PP) y Julián Gutiérrez (PSOE), quienes, a pesar de la edad, mantienen un ritmo laboral destacable.

Carmen Collado (PSOE), Teresa Vega (PSA), Marina de Troya (PSA), Alfonso García (PSA), Manuel Becerra (PSOE), históricos como Sebastián González (IU) o Juan García (PSOE), sin olvidar a políticos menos afortunados en sus carreras como Emilio Quintana (PA), son algunos de los nombres que formaron parte de la actualidad política de Jerez y que ahora hacen sus vida como ciudadanos anónimos. No obstante, «nosotros moriremos con las botas puestas».

braguilar@lavozdigital.es