Evitar una presencia demasiado centralizada
Además de su carga de trabajo, los equipos de antidisturbios tienen una movilidad mucho más reducida; su presencia en el territorio está muy centralizada, por lo que tardan más en llegar a las situaciones de crisis, y no tienen una preparación tan específica como la que tendrán las UPR, pues su instrucción está centrada en el control de manifestaciones y congregaciones multitudinarias.
Actualizado: Guardar Responsables policiales destacaron que las UPR nunca actuarán como policía judicial (investigación de delitos) y que su función será de apoyo a otras unidades. Así, por ejemplo, las operaciones contra el terrorismo seguirán exclusivamente en manos de la Comisaría General de Información. Las UPR serán un «segundo cordón» en este tipo de operativos.
Los nuevos equipos, matizaron estas mismas fuentes, tampoco rivalizarán con el futuro Grupo Especial de Operaciones, pues el asalto de inmuebles o embarcaciones en situaciones de alto riesgo seguirán siendo competencia de esta unidad de élite, que ahora centra sus esfuerzos en misiones en el extranjero, sobre todo protección de embajadas y personal diplomático en zonas de conflicto. El organigrama realizado de Interior subraya que las UPR dependerán de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, que verá así reforzadas sus competencias. Al mando de todas ella estará una nueva figura hasta desconocida: el jefe de la Prevención de la Delincuencia.