El Puerto Real festeja a lo grande la entrada en los play off

El Puerto Real de la temporada 2007-2008 hizo historia al alcanzar la fase de ascenso a Segunda B con el empate en casa de ayer ante el Sevilla C. La afición verdiblanca, que ayer se dió cita en número interesante en las gradas del Sancho Dávila, no paró de animar durante todo el partido y al final no contuvo su ánimo y saltó al terreno de juego a abrazar y jalear a sus futbolistas, que se prestaron a un festejo más propio de un ascenso que de un logro importante, pero parcial al fín y al cabo.

Y la alegría -al margen de la idoneidad de tanta magnitud celebratoria- estaba justificada por el logro obtenido y por la brillante temporada a pesar de algunos altibajos. No tanto por el partido de ayer, donde los jugadores estaban más pendientes de no perder que de ganar, sabedores como eran de que un punto les metía matemáticamente en las eliminatorias que llevan a Segunda B. De hecho, alguno ya se buscó la tarjeta que buscaba para llegar limpio a esos play off. El partido fue cortito rayando a malo. Enfrente estaba un buen equipo que ayer tampoco estaba para mucho más que no perder.

El encuentro se define diciendo que los dos mejores fueron los arqueros. Bocardo cuajó un partido muy serio con un par de intervenciones de mérito que evitaron que la fiesta hubiese tenido que aplzarse una semana más. Pero sobre todo, el meta gaditano del Sevilla C, Aragón tuvo una actuación sobresaliente. En la retina de todos los presentes quedó la intervención del minuto 26 cuando sacó una prodigiosa mano para evitar el tanto de Guille en un remate a centro de Pato desde la diestra. O la del minuto 60 cuando rechaza saliendo a los pies de Miguel Ángel que entraba también en el area desde la derecha de la frontal. La más clara de los locales correspondió también a Miguel Ángel, con el tiempo ya cumplido, pero se llenó de balón y lo mandó a seis metros de altura.

Dentro de seis o siete días (el partido podría jugarse en sábado) tocará asegurar la segunda plaza ante el Sanluqueño, de nuevo en casa. Matemáticamente le faltan cuatro puntos de los seis posibles al Puerto Real para ser segundo, pero si Balona y Villanueva se dejan algo en el camino, podría necesitar menos.