PINCHITOS MORUNOS

Al PP no se le sube... la bandera

Al PP no se le sube. Ya le ha pasado por dos veces y no han podido «izar» la bandera de España, con la virilidad patriótica de la que presumen y luego, a la hora de la verdad, al PP no se le empinaba la bandera de la plaza de Sevilla... y le tuvieron que poner una ayudita unos empleados municipales.

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Fíjate cómo estarán en el Ayuntamiento de Cádizsí con el problema de que no se le iza la bandera que ya han encargado unas pastillitas de color rojo y güalda por si vuelve a ocurrir y en el momento del izamiento no se les pone el patriotismo.

Debe ser del estrés que tienen. Tanto tiempo intentando dividirnos, que si los vascos son malos, que si los catalanes también, que si las aguas pa ti pa mí, que si este español paga menos que tú, que si los inmigrantes deben saber bailar la jota para vivir entre nosotros en fin que «han trabajado» una barbaridad para unirnos y es una lástima que ahora, en ese momento tan esperado, en el momento del ayuntamiento patriótico, como diría Óscar Lobato, no se les ponga en pie la bandera es que me emociono y se me salen hasta las lágrimas, como si estuviera viendo la telenovela de las tres y media, en el momento en que Fabiana Expósita le comunica a Iván José que no le gusta el mero empanao.

Con lo bonito que fue el dos de mayo en Cádiz. Primero empinamiento de bandera, aunque fuera un izamiento interrupto, y luego a ver al pajarito de las Puerta Tierra. Yo no sé si ustedes han visto al canario de las Puerta Tierra que está hecho como las hueveras que venden ahora en las tienda de los 20 duros, así como del mismo material con que se hacen las cestas de las freidoras.

A veces las cosas, por casualidad, tienen un gran simbolismo. Al PP no se le iza la bandera y simbolizan la Constitución y la libertad con un pajarito que no vuela, que está parado y, si me apuran, el pobre animal, está como en posición de Roca Sanitarios, parece estar eliminando el alpiste sobrante.

Al PP no se le sube la bandera y el pajarito constitucional no vuela. A veces los monumentos lo dicen todo.