EL 'GUIRI'

«Está decidido: me quedo a vivir en Jerez» Junior no quiere volver a Texas tras la experiencia de la Feria, así que ha comenzará una nueva vida en la ciudad «de la luz y del color».

Ayer te comentaba que andaba dándole vueltas al coco. Mi experiencia en La Feria de Jerez me ha hecho ver la vida de otra forma y me ha ayudado a comprender hacia donde quiero dirigir la mía. Sé que te va a sorprender, pero he decidido darle un giro brusco. Me quedo en Jerez. Sí, como lo lees. Me he enamorado de esta ciudad y de su gente y creo que es el lugar ideal para abrir una nueva etapa existencial. Tiene luz y color. Es una ciudad señora, alegre y elegante. Es arte, esencia, pureza Pensarás que me he vuelto loco, y hasta un cursi, pero no quiero volver a Texas. Bueno, ya sabes cómo funciona esto: volveré si es que está escrito en mi destino. Pero, sinceramente, creo que ha sido él el que me ha traído aquí.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pero cambio de tema. Sigo contándote cosas de esta maravillosa Feria. No te puedes imaginar la de experiencias que se viven aquí. No sé cuánta gente podré haber conocido en estos días, pero muchísimas. Ya te lo dije ayer, pero te lo repito porque me sigue sorprendiendo muchísimo: es como si sintieses que los conoces de toda la vida. Eres uno más, sin importar que seas foráneo ni que hayas pisado por primera vez esta ciudad.

Por cierto, menudo susto pasamos anoche. Un grupo de jóvenes empezaron a pelearse y se montó una pequeña batalla campal en unos segundos. Pero tampoco me extraña, tanto gente de fiesta en un mismo recinto y bebiendo como se bebe aquí, es normal que siempre algún imbécil acabe metiendo la pata. Menos mal que la Policía llegó rápido y dispersó a la gente enseguida.

¿Sabes cómo me llaman ya mis nuevos amigos jerezanos? Pepe de Texas. Tiene gracia, ¿no? Anoche, entre copa y copa, me pidieron que me arrancase a cantar flamenco. Y aunque no te lo creas, lo hice, pero de aquella manera, ya te puedes imaginar. Supongo que fueron los efectos del alcohol, porque fíjate cómo sería que terminé bailando unas sevillanas. Me defendí, no creas. O por lo menos eso creo yo, porque me aplaudieron. La verdad es que también se rieron, pero eso no cuenta.

No sé a qué hora llegaría al hotel, pero estaba amaneciendo. Ni miré el reloj. Caí rendido en la cama, lógicamente, y he dormido de un tirón. Pero lo mejor de todo es que no me he levantado con resaca, así que tengo fuerzas y cuerpo para despedirme de la Feria.

Bueno, hermano, te dejo ya. Aquí interrumpo mis correos sobre la Feria de Jerez. Creo que al menos te has podido hacer una idea de cómo es, espero. De lo otro ya hablaremos cuando me recupere de tanta fiesta.

Un abrazo.