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Uno de cada tres ingresos en centros de drogodependencia se debe a la cocaína

La red provincial asiste a más de 6.000 adictos en los 20 centros repartidos por los distintos municipios, de los cuales 2.200 están enganchados a este estupefaciente

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La percepción del riesgo que conlleva consumir determinadas sustancias adictivas está desapareciendo. Los expertos apelan a esta razón para entender por qué la utilización de algunos estupefacientes crece entre la población gaditana. «La imagen del drogodependiente marginal se ha modificado y hoy los adictos son vistos como personas mucho más normalizadas», destaca Alfonso Matías, director del Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones de Cádiz. «El consumo de ciertas sustancias ha dejado de considerarse motivo de alarma, cuando no es así. Lo mismo que pasa con el abuso de las llamadas drogas legales», apunta Matías.

En agosto de 2007, los médicos, psicólogos y el resto del personal que trabaja en los 20 centros de asistencia de la red provincial atendieron a 6.300 pacientes. Hoy, las personas que son tratadas ascienden a 6.792 (datos del 31 de marzo de 2008). Nada menos que 492 adictos a las diferentes sustancias más, en menos de siete meses.

El personal encargado de las campañas de prevención en la provincia alerta de que este aumento no tiene por qué significar que el número de nuevos drogodependientes haya aumentado en casi medio millar, sino que esta crecida puede deberse a que más consumidores optan por reconocer que tienen un problema con la adicción a ciertas sustancias.

Nuevo perfil

Uno de cada tres pacientes que ingresaron en alguno de los centros de la red lo hicieron por consumo de cocaína. En concreto, el 32,9% frente al 25% que fueron tratados por este motivo en otros puntos de Andalucía. El consumidor medio de este tipo de sustancia tiene 31 años de edad, según los datos que obran en el servicio provincial.

El resto de los consumidores que necesita asistencia es principalmente por problemas con el consumo de alcohol (casi uno de cada cuatro tratamientos derivan por el abuso con la bebida, en concreto un 24%) y por la heroína. El 22% de los pacientes la toman sola o mezclada con cocaína, mientras que los que ingresaron por fumar cannabis, se reducen a uno de cada diez gaditanos -frente al 8% en el resto de la comunidad-. Estos últimos tienen de media 24 años. En cambio, el consumidor de heroína, que es una droga que tuvo un gran auge en los años ochenta, supera con creces la treintena de años (en concreto, ronda los 37 años); y los alcohólicos se acercan a los 44 años.

El servicio cuenta con seis millones de euros anuales, de los cuales cuatro los aporta la Diputación y el resto, la Consejería de Salud, a través de un convenio.

Las adicciones cambian, mutan. Sustancias como el MDMA o el éxtasis también forman parte de las «drogas sociales» que están unidas al divertimiento. Si bien, cada sustancia está relacionada con una edad de consumo. Y es rara la asistencia de toxicómanos de edades avanzadas adictos a estas drogas de diseño.

«La edad del que ingresa por problemas con el alcohol es claramente diferente al que lo hace por fumar cannabis. El perfil del consumidor cambia», explica el director. «Otro cambio preocupante es la expansión de las drogas sociales;. Hasta el punto de que el consumo abusivo de alcohol se ha convertido en el principal motivo de asistencia en algunas localidades, como es el caso de Sanlúcar o Chiclana».

esanmartin@lavozdigital.es